Los austeros paisajes castellanos siempre acompañaron a Antonio Machado. El poeta descubrió en Soria una naturaleza pura, acompasada por el fértil devenir del río Duero y la belleza plomiza de los peñascos. El libro Campos de Castilla, publicado en 1912, desgrana el encanto de las cosas humildes componiendo algunos de los versos más conmovedores de la poesía universal. En esta pequeña capital conoció a Leonor, el gran amor de su vida y, en su memoria, atesoró la estancia castellana como el tiempo más feliz de su existencia.

La trufa negra (Tuber melanosporum) está de moda y crece sin parar la legión de aficionados a este preciado producto gourmet. Uno de los templos nacionales para disfrutar del diamante negro en toda su extensión es el Parador Antonio Machado de Soria, donde su chef, Carlos Aldea, auténtico experto en gastromicología, exprime al máximo las infinitas posibilidades de este selecto hongo con una cocina que destaca por la creatividad y la adaptación a los nuevos tiempos de los platos e ingredientes más tradicionales.