La Hostería del Estudiante y el Restaurante Santo Tomás del Parador compiten en el I Concurso de Costrada Alcalaína
27 de Noviembre 2024

La Hostería del Estudiante y el Restaurante Santo Tomás, los dos espacios gastronómicos principales del Parador de Alcalá de Henares, son dos de los establecimientos de la localidad complutense que van a participar en el I Concurso de Costrada Alcalaína, un dulce típico y tradicional de la ciudad madrileña que consiste en un milhojas con hojaldre, crema pastelera, merengue y almendras.

 

Costrada cartel

 

La asociación local de hostelería Alcalá Gastronómica Fomentur ha decidido instituir este año este certamen dedicado al postre más popular del municipio con motivo de la declaración del 2 de diciembre como  “Día Internacional de la Costrada de Alcalá”, fecha señalada para hacerla coincidir con el aniversario de la inclusión de la ciudad alcalaína en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

 

RESERVA EN LA HOSTERÍA DEL ESTUDIANTE

 

Tradicional y vanguardista

La competición está abierta a todas las pastelerías, panaderías, cafeterías y restaurantes de la ciudad que deben presentar al concurso exclusivamente costradas de Alcalá siguiendo la receta tradicional, aunque se admiten variaciones dentro de la creatividad de los cocineros. Así, la histórica Hostería del Estudiante optará a hacerse con el premio a la costrada de Alcalá tradicional, mientras que el Restaurante Santo Tomás pugnará por el premio a la costrada de Alcalá más vanguardista. El palmarés se completará con el premio a la costrada de Alcalá mejor presentada.

 

costrada cartel

 

El curioso origen del postre

La costrada alcalaína, según recoge M. Vicente Sánchez Moltó, cronista oficial de Alcalá de Henares, fue una creación personal del pastelero Lino Gómez Noguera, que llegó a la ciudad en 1921 procedente de San Cebrián (Valladolid), donde nació el 23 de septiembre de 1987, y entró a trabajar en el obrador de Manuel Pastor. El 13 de marzo de 1929 abrió la confitería-pastelería “El Postre” en la calle El Tinte.

El dulce atribuido a Lino Gómez tiene un curioso origen según las crónicas. En 1934 se celebró en Zaragoza la boda de la hija de Gregorio Azaña, presidente de la Audiencia de la capital maña y hermano del presidente de la II República, Manuel Azaña. Un enlace al que asistió la familia de Alcalá, entre ellas Conchita Azaña. A su regreso explicó a su amigo Lino Gómez que en el banquete sirvieron un postre que se llamaba costrada. El pastelero le pidió que le describiera los ingredientes y realizó su propia interpretación. Días más tarde se lo dio a probar para que le diera su parecer. Conchita le dijo que no se parecía en nada a la que había probado Zaragoza, pero que la suya estaba “riquísima”.

 

 

A partir de ese momento la costrada alcalaína pasó a ser, junto con las rosquillas de Alcalá, la más destacada especialidad de “El Postre”. Décadas después terminaría siendo adoptada igualmente por otras pastelerías de la ciudad.

 

Elaboración artesanal

Convertida en todo un estandarte gastronómico de la cuna de Cervantes, la costrada alcalaína es un imprescindible en las cartas de postres del Parador, donde se elabora diariamente de manera artesanal y puede gustarse a lo largo de todo el año. Así, en el Restaurante Santo Tomás y en el espacio gastronómico de la cafetería se sirve esta temporada con helado de chocolate, mientras que en la cervantina Hostería del Estudiante el tradicional dulce se lleva todo el protagonismo.

 

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