El Parador de Benicarló ha estrenado su nuevo menú gastronómico de la temporada estival, una refrescante propuesta con la que el establecimiento castellonense ha querido hacer un pequeño guiño al verano del Mediterráneo.
El jefe de Cocina, Jorge Román y su equipo, han diseñado una propuesta que es una demostración de la gastronomía local, productos que unen el mar con la huerta, el campo y la montaña, con el particular toque que aporta el chef extremeño.
Haciéndose eco de la gran tradición olivarera de la provincia de Castellón y fieles a la liturgia de Paradores de ofrecer siempre pan local con aceite de oliva virgen extra, han apostado por dar una vuelta a esta bienvenida elaborando una vela con AOVE, en concreto de Canet Lo Roig, es un municipio de Castellón situado a 20 minutos en coche del Parador) que coagulan con cera de abeja, que tiene muchas propiedades nutricionales.
A partir de ahí se sirve una selección de deliciosos bocados gastronómicos que arranca con el foie de erizo de mar, un paté que preparan con las gónadas de erizo y mejillones del Delta del Ebro que, al revés de los gallegos, amigos de los meses con R, están en plena temporada ahora, y que pese a ser más pequeños resultan más jugosos y sabrosos que sus primos noroccidentales.
El siguiente pase es otro guiño a la Comunidad Valenciana con fartón de buey de mar y holandesa cítrica, el típico dulce levantino que tradicionalmente se degusta mojándolo en la horchata, pero al que se han buscado otras alternativas y que está dando un excelente resultado para la elaboración de tapas agridulces. En este caso se rellena con un paté de buey de mar y se termina con una holandesa cítrica.
Otro de los estandartes gastronómicos estrella del litoral levantino, el Langostino del Mediterráneo, actualmente en plena temporada, se presenta en una elaboración que respeta al máximo el producto: simplemente cocido en agua de mar.
En territorio castellonense en el menú no podía faltar un arroz, en esta ocasión una receta mar y huerta en una elaboración melosa en la que la protagonista es otra de las grandes enseñas culinarias de la localidad, la alcachofa benicarlanda, la única a nivel nacional que goza de Denominación de Origen Protegida, junto a la sabrosa sepia del litoral mediterráneo.
Como prepostre, los comensales degustan uno de los cócteles fijos en las quinielas de los combinados veraniegos: la piña colada, que se prepara con ron artesano que se elabora en Castellón I(Destilerías Vidal), zumo de piña del monte y coco.
Y como guinda para rematar la propuesta, la carxofa d'or. El Parador recupera su popular mousse de alcachofa de Benicarló, que llega a la mesa lacada en oro para evidenciar que es la joya de la huerta benicarlanda.
La nueva propuesta, que tiene un precio de 49 euros por persona sin incluir las bebidas se puede degustar tanto a mediodía en servicio de almuerzo como por la noche en servicio de cenas en el restaurante principal Maestrat. Inicialmente está previsto que esté disponible para los clientes en formato menú degustación hasta finales de agosto. Puedes reservar mesa llamando al teléfono 964 470 100, enviando un correo a [email protected] o a través de la web.