El Parador de Turismo de la capital turolense rinde homenaje al tradicional guiso strogonoff de cara a su participación en la quinta edición del Concurso de Croquetas Creativas de Teruel, pero aragonizando la receta. El equipo de Cocina del Parador ha apostado por sustituir la ternera por la carne ovina representativa por excelencia de la región de la Comunidad Autónoma: el Ternasco de Aragón.
El strogonoff es un delicioso y popular estofado de carne de ternera tradicional de Rusia cuya salsa se prepara con champiñones y nata o crema de leche. Su origen data del siglo XIX y se atribuye al chef francés André Dupon, que trabajaba para el conde Pável Aleksándrovich Stróganov, e inventó la receta durante una competición de cocina en San Petersburgo.
El representante de la cadena hotelera pública ha personalizado el guiso adaptándolo a la despensa local y a los productos de temporada preparando unas originales croquetas de cordero, setas de primavera y cerveza negra, acompañadas de una confitura de cerezas. Bautizadas como "Las croquetas del pastor" se van a poder degustar en el espacio gastronómico de la cafetería del 15 al 25 de mayo. Un acogedor espacio con una relajante terraza acristalada cuyo horario para comer es de 12:30 a 16:00 y de 20:30 a 23:00 horas, ampliando su apertura para tomar bebidas de 11:00 hasta las 00:00 horas, ininterrumpidamente.
En esta quinta edición participan un total de 34 establecimientos de hostelería de la capital y de la provincia con un abanico de elaboraciones que pone de manifiesto la versatilidad de la croqueta, ese sabroso bocado de bechamel rebozada, cremoso por dentro y crujiente por fuera, que prácticamente admite cualquier producto como ingrediente complementario: ciervo al vino tinto, torreznos, tortilla de patata, melón y jamón, melocotón, carrilleras, manitas de cerdo, carabineros, longaniza y papada…
Con motivo de la competición cada establecimiento sirve durante los 11 días que se prolonga el certamen una ración de cuatro croquetas acompañada de dos vinos o cervezas a un precio de 10 euros fijado por la organización. Entre los clientes que voten sus croquetas favoritas a través del QR habilitado se sorteará un lote de vinos y cervezas.