En este viaje descubrimos Plasencia, un encantador destino en el norte de Cáceres, donde la historia y la naturaleza se entrelazan. Fundada por el rey Alfonso VIII, esta ciudad defensiva se transformó en un vibrante centro cultural durante el siglo XV, albergando tres universidades y un influyente obispado. Su impresionante casco histórico, rodeado de una doble muralla, cuenta con dos majestuosas catedrales y elegantes palacetes que cuentan historias de siglos pasados. Además, el valle del Jerte y la Sierra de Gredos te esperan con su belleza natural. Es un destino que no querrás perderte.

Para los amantes de la naturaleza, Plasencia es el punto de partida ideal para explorar dos de los entornos naturales más impresionantes de la región: el valle del Jerte y la Sierra de Gredos. Ambos ofrecen una amplia gama de actividades al aire libre que satisfacen tanto a los aventureros como a aquellos que buscan una conexión más tranquila con la naturaleza. Entre las actividades que puedes realizar en la ciudad están las rutas de senderismo, una de las más populares es la Ruta de los Cerezos en Flor, que atrae a visitantes cada primavera cuando los cerezos florecen, creando un mar de flores blancas. Otras, como la Senda del Agua o el Cascada del Caozo, ofrecen recorridos de diferentes niveles de dificultad, perfectos para familias o excursionistas experimentados. En la Sierra de Gredos, las opciones se multiplican. La ruta al Circo de Gredos, donde se encuentra el impresionante Refugio de la Plataforma, es una de las más emblemáticas, ofreciendo vistas espectaculares y la posibilidad de avistar cabras montesas en su hábitat natural.

Gracias a su ubicación, esta ciudad ofrece una gran variedad de actividades que harán que tu estancia sea de lo más entretenida. Por ejemplo, en el río Jerte, puedes practicar piragüismo y paddle surf en sus tramos más tranquilos. Sus jardines y parques son otro de sus grandes atractivos. Más que simples áreas recreativas, son espacios que rinden homenaje a la historia de la ciudad a través de esculturas y estatuas. El Parque de los Pinos destaca por su fauna en semilibertad, como los pavos reales, y se ha convertido en un lugar preferido por locales y turistas. Por su parte, el Parque de la Isla ofrece una fusión de belleza natural y diversión, con piscinas naturales bien mantenidas y amplias zonas verdes para relajarse o practicar deportes. Además, la ciudad es conocida por sus vibrantes festivales y eventos a lo largo del año. Desde las impresionantes procesiones de Semana Santa hasta la animada Feria de Plasencia, siempre hay algo que celebrar. No nos podemos olvidar de la gastronomía extremeña. La ciudad está llena de restaurantes y bares donde degustar platos típicos extremeños. Uno de los lugares más emblemáticos para comer o cenar es el Restaurante del Parador de Plasencia, donde disfrutarás de los productos del Valle del Jerte como pimientos, tomates, cardillos silvestres, setas, caza, cerdo ibérico Raza 100% Autóctona o cerezas, base de platos típicos como bacalao al estilo monacal, Caldereta de cordero o migas extremeñas. No dudes y reserva porque te sorprenderá.

Plasencia se destaca como un referente comercial en el norte de Extremadura. Al recorrer sus encantadoras calles, encontrarás una amplia variedad de opciones de calidad que satisfacen todos los gustos. En el centro histórico, se concentra la mayor parte de las tiendas, donde brillan los establecimientos tradicionales que ofrecen productos locales, junto a un animado mercado de abastos y reconocidas franquicias. Las 5 zonas comerciales se reparten entre la zona Norte, Vera-Elena, Miralvalle, Avenida de España y Sor Valentina Mirón, donde encontrarás la compra perfecta. Cada martes, la Plaza Mayor cobra vida con un mercado tradicional, donde podrás disfrutar de la frescura de los productos locales y la calidez del comercio de proximidad.

Te invitamos a visitar el convento de San Vicente Ferrer, sede del Parador de Plasencia, un majestuoso edificio gótico del siglo XV que ha conservado muchos de sus elementos originales. Aquí podrás admirar el hermoso artesonado del claustro, el púlpito del refectorio, así como una impresionante escalera volada de 1577. Además, un antiguo espacio que alguna vez fue bodega se ha transformado en un exclusivo bar nocturno. Este lugar ofrece una experiencia única en un ambiente que respira más de cinco siglos de historia, con su espectacular bóveda de cañón de ladrillo y arquerías sostenidas por elegantes columnas.

RESERVAR EN EL PARADOR DE PLASENCIA

• Casco antiguo y monumental
• Palacio del Marqués de Mirabel
• Casas Señoriales
• Valle del Jerte
• Parque Nacional de Monfragüe
• La Vera
• Las Hurdes
• Sierra de Gata
• Arco romano de Cáparra (Oliva de Plasencia, 13,5 km)
• Romangordo. Murales y Ruta de los Trampantojos de arte urbano (60 km)
• Trujillo (80 km)
• Cáceres (85 km)