Cuentos de fantasmas que, tal vez, nunca existieron
29 de Octubre 2024

En los rincones más escondidos de los Paradores, donde la historia y la leyenda se entrelazan, se susurran relatos de fantasmas que vagan por sus pasillos. Desde antiguas fortalezas hasta monasterios reconvertidos, estos lugares cargados de pasado parecen guardar secretos que desafían la lógica. Pero ¿son estos espectros una realidad palpable o simplemente el producto de la imaginación de aquellos que buscan un poco de misterio en su estancia? Acompáñanos en este recorrido por lo paranormal, donde la frontera entre la verdad y la ficción se difumina, y descubre si quizás los únicos fantasmas que encontramos son los que habitan en nuestro propio imaginario.

 

El misterio de la habitación 712

 

Con solo cruzar la entrada, parece que hayamos retrocedido 12 siglos. La arquitectura del Parador de Cardona, con sus pasillos angostos, salas abovedadas y elementos góticos, crea un ambiente solemne que se vuelve misterioso al llegar a la habitación 712. Este castillo del siglo IX, que incluye una iglesia y la legendaria Torre Minyona, guarda un oscuro secreto.

La leyenda de la familia Cardona

Cuentan que en el siglo XI, el vizconde de Cardona decidió invitar al castillo al príncipe musulmán Abdalà. Algunos aseguran que lo hizo como un gesto de cortesía, mientras que otros sostienen que buscaba forjar una alianza comercial para exportar sal a los reinos de al-Andalus. Durante su visita, el príncipe paseaba por los jardines del castillo cuando se cruzó con Adalés, la hija menor de los Cardona, y quedó cautivado al instante.

Adalés era conocida por su devoción, había expresado su deseo de ingresar en un convento y renunciar al matrimonio. Sin embargo, la llegada de Abdalà desató en ella un torbellino de emociones. Él, con su trato refinado y su dominio de la poesía y la filosofía, la envolvió en un mundo de encanto al que no estaba acostumbrada. Su cortejo fue un baile de palabras y miradas que finalmente llevó a la joven a cuestionar sus resoluciones, rompiendo con la rigidez de su vida anterior. Así comenzó una historia de amor prohibido, marcada por la tragedia y la desesperanza.

El destino de los enamorados

Adalés y Abdalà, amantes clandestinos, se encontraban en la sombra de la noche, hasta que uno de los hermanos de ella los descubrió. El Señor de Cardona, enfurecido, reunió a la familia para decidir el destino de Adalés, tan casta y pura a sus ojos. Algunos clamaron "Matadla". Pero el hermano mediano, sacerdote, intervino: “Que el Altísimo decida: metamos a Adalés en la torre. Si llueve, beberá. Si no, morirá de sed".

Torre Minyona Parador de Cardona

Encerraron a Adalés en la torre. Abdalà, su enamorado, acudió al castillo, ofreciendo tesoros y renunciando a su religión. Pero la sentencia seguía su curso, y Adalés terminó muriendo en aquella torre. Abdalà regresó, sin pedir permiso, y avanzó hasta que los guardias lo atravesaron con sus dagas. Nadie tomó represalias, se sabía que había renunciado a su fe por amor, siendo repudiado por su gente.

La habitación 712

La trágica leyenda ha bautizado a esa torre como "la Minyona" (doncella, en catalán). Y la habitación 712, por ser la más cercana a la torre es la más especial, ya que algunos dicen haber escuchado o visto a alguno de los dos enamorados buscando al otro intentando redimir la injusticia que sufrieron.

Habitacion Parador de Cardona

¿Será verdad o solo una leyenda? Lo único cierto es que el castillo de Cardona no dejará indiferente a nadie, no solo por su impresionante construcción, sino también por sus espectaculares vistas al valle del río Cardener y del valle Salino, donde se encuentra una de las minas de sal potásica más importantes del mundo, actualmente inactiva pero que se puede visitar.

El Parador de Cardona permanecerá cerrado hasta el 28/02/2025.

ALOJARSE EN LA HABITACIÓN CON FANTASMA

 

Un lugar donde debe reinar el silencio

 

El Parador de Almagro, que fue en su origen el convento de Santa Catalina, se sitúa en un lugar realmente singular. Fundado por los franciscanos en el año 1600, sus pasillos todavía resuenan con ecos del pasado, evocando la serenidad de aquella época.

La historia que se narra en este antiguo convento y su iglesia adyacente está impregnada de misterio. Se dice que los silencios que habitan los pasillos del claustro, con sus 14 patios interiores y numerosos estancias y pasadizos, generan sensaciones escalofriantes, transportando a los visitantes a tiempos remotos.

Parador de Alamgro

La historia

El convento de Santa Catalina fue fundado por D. Jerónimo de Ávila y de la Cueva en memoria de su difunta esposa, Dª Catalina de Sanabria, bajo la advocación de Santa Catalina, mártir y virgen. Este edificio, construido con ladrillo, tapial, piedra y madera, se adornó con alicatados de estilo mudéjar. En sus inicios, era un pequeño convento rodeado de un extenso huerto, con un trazado que incluía la iglesia y dos naves de dos plantas en forma de L, que, junto con la sacristía, cerraban un acogedor claustro.

El convento experimentó dos ampliaciones en los siglos XVIII y XIX, cuando se añadieron nuevas naves que replicaban el estilo original y se incorporaron capillas barrocas a la iglesia. Tras la muerte de D. Jerónimo en 1623, sus restos, junto con los de su esposa, que había sido enterrada en San Bartolomé, fueron depositados en la cripta ubicada bajo el altar mayor de este convento franciscano.

Escaleras Parador de Almagro

Los franciscanos habitaron el convento durante 324 años, hasta su supresión en 1821. La iglesia fue entregada al obispado, mientras que el edificio conventual pasó al ayuntamiento en 1850 para establecer un hospital de caridad. En 1877, los franciscanos regresaron al convento, trasladando el hospital y la casa de caridad al edificio que actualmente ocupa la mancomunidad del Campo de Calatrava, en la esquina de la calle San Francisco con la calle Pablo Molina. Sin embargo, la orden abandonó definitivamente el convento en 1942 debido a la disminución del número de frailes.

A finales de 1969, el Convento de Santa Catalina fue cedido al Estado para la construcción del Parador de Almagro. Este proyecto, encargado a Juan Palazuelo Peña y Ramón Melgarejo Rueda, fue inaugurado por la entonces Reina Dª Sofía el 26 de septiembre de 1979.

La habitación 39

Tras esta historia, se dice que desde la habitación 39 del Parador, se escucha a alguien mandar callar a los que allí descansan. Esta habitación que colinda en una de sus paredes con la iglesia, pero no tiene acceso a ella, es la única donde se puede percibir esta orden. Quién sabe si eso es verdad o simplemente el vecino de la habitación de al lado pidiendo un poco de respeto.

Habitación 39 Parador Almagro

Ya sabes, si vas al Parador y te gusta el silencio, no dudes en pedir esa habitación de lo contrario, alójate en otra más alejada.

ALOJARME EN LA HABITACIÓN DEL SILENCIO

 

Cadenas y lamentos, ecos de una traición

 

Al alojarse en el Parador de Sigüenza, esta encantadora localidad de Guadalajara, el espíritu errante forma parte de la experiencia que añade un toque especial a la estancia. ¿Qué sería de un castillo sin su leyenda? En este caso, la historia está protagonizada por un espectro femenino. La fortaleza de Sigüenza, con raíces que se remontan a la época de la dominación árabe, tiene una rica trayectoria. En 1123, un obispo guerrero, Bernardo de Agén, se apoderó del castillo, iniciando una serie de ampliaciones que darían lugar a su impresionante aspecto actual.

Parador de Sigüenza

Sus orígenes

Este Castillo que domina la colina y sobre el que se asienta el núcleo medieval de Sigüenza es un auténtico tesoro castellano-manchego, lleno de rincones encantadores, casonas blasonadas y palacios que parecen sacados de un cuento.

En 1976, el castillo se transformó en un Parador, conservando su esencia arquitectónica. Con 159 plazas, ofrece un alojamiento selecto en un edificio inmenso. Su mobiliario refleja la tradición, con muebles de madera oscura, camas con dosel y otras comodidades modernas.

Exterior Parador de Sigüenza

El patio central, con su fuente de piedra y jardines, es un lugar ideal para observar las estrellas o disfrutar de una copa tras un largo día de turismo. En las áreas comunes, los huéspedes se encontrarán con armaduras medievales, y salones nobles donde se sirven las comidas, adornados con arcos de medio punto y robustas paredes.

La historia del fantasma

Dice la leyenda que, en 1355, Pedro I de Castilla encarceló a su propia esposa, Blanca de Borbón, bajo la sospecha de que estaba implicada en una conspiración con otros nobles. Las circunstancias de su muerte, ya sea por las duras condiciones de la celda o a causa de un envenenamiento, nunca se han esclarecido. Sin embargo, algunos aseguran que su espíritu parece no encontrar descanso y que anda vagando por los pasillos del castillo de Sigüenza.

Pasillo Parador de Sigüenza

Los oscuros pasillos de bóveda de cañón hacen que no sea extraño vislumbrar, al fondo, una silueta difusa. Pero, si el aire se llena de sollozos y escuchas el sonido de unas cadenas arrastrándose, no hay duda, se trata del fantasma de doña Blanca de Borbón.

No hay nada que temer pues la pobre solo se pasea por el castillo lamentando su trágica vida. Si tienes la suerte de coincidir, quizás te apetezca escuchar su historia.

El Parador de Sigüenza permanecerá cerrado hasta el 30/04/2025.

RESERVAR EN EL PARADOR DE SIGÜENZA

Así que la próxima vez que te alojes en un Parador, afina tus oídos y mantén los ojos bien abiertos. Quién sabe, entre risas y ecos del pasado, podrías conectar con algún fantasma que, en su tiempo, también buscaba un buen lugar para dormir.

Y recuerda: lo que comienza como una simple leyenda puede convertirse en una experiencia inolvidable... o al menos en una buena anécdota para contar.