Boda de Mónica y Miguel en el Parador de Baiona
08 de Octubre 2014

El Parador de Baiona es un completo recinto medieval en primera línea del Océano Atlántico, con una muralla espectacular y construido sobre el antiguo Castillo de Monterrei. Llaman la atención sus jardines, su capilla (donde se pueden celebrar ceremonias religiosas), sus vistas y sus especialidades gastronómicas.

Mónica y Miguel estaban decididos a celebrar su boda en el Parador de Baiona, y es que como nos comentaban hace unos días el recién estrenado matrimonio "nada más verlo por primera vez nos enamoró y vimos que era un lugar único".

La novia eligió para la ocasión un vestido de la Colección Aire de Rosa Clará, simplemente espectacular. Y es que como la propia Mónica afirma "conquistó a todos los que me ayudaron en la elección del vestido".

Además complemento su look con zapatos de Pura López, pendientes de oro blanco, anillo de compromiso de oro blanco con brillantes y un precioso bouquet de orquídeas y rosas blancas.

Por su parte Miguel estaba radiante con un traje de Giovanni Valdi que complementó con un precioso reloj, regalo de la novia, y con la alianza de Hiperjoya.

Y llegó el momento clave del día, la ceremonia religiosa que celebraron en la Capilla del Parador para darse el sí quiero.

A la salida estaban radiantes. ¡No podían ocultar su felicidad!

Y para seguir compartiendo y disfrutando del enlace los novios y todos sus invitados pasaron al elegante Salón Principal del Parador para empezar el banquete.

En este degustaron un buffet de aperitivos al aire libre con increíbles vistas al mar, jamón ibérico de recebo, queso manchego semicurado en cuñas, gazpacho de fresas con berberechos, pulpo a feira, brocheta de rape con calabacin, zamburiñas, fuente de marisco (centolla, cigalas, langostinos), tranchas de rodaballo a la parrilla con salsa de erizos y flan de espinacas, sorbete de mandarina al Grand Marnier, lomo de ternera lechal albardado en salsa de vino tinto crianza y setas salteadas. Y de postre mousse de chocolate con sopa de fresas, láminas de chocolate blanco, helado de frambuesa y brochetita de fruta fresca. Además contaron con los mejores vinos de la zona.

Un banquete delicioso  en el que todos brindaron por la felicidad de Mónica y Miguel.

El broche de oro al día más especial de su vida fue la luna de miel por Italia y con un crucero por el Mediterráneo. Suena increíble, ¿verdad?

¡Gracias a Mónica y a Miguel por compartir su boda con nosotros! ¡Os deseamos lo mejor!