Una habitación de leyenda en el Parador de Jaén
06 de Agosto 2024
Texto
Alejandro Medina Rojo

 

Corría el año 1970 cuando el general francés Charles de Gaulle llegó a Jaén y se hospedó en nuestro Parador. Lo que no sabía el intrépido político era que, gracias a la actual habitación 231, encontraría la inspiración para dar vida a una de sus obras más célebres, Memorias de la Esperanza. ¿Qué tenía de especial este dormitorio y por qué se convirtió en su lugar predilecto? Acompáñanos y descubre este rincón tan cautivador.

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¿Quién la hizo especial?

 

Charles de Gaulle, destacado político francés, combatiente contra el nazismo, artífice en la reconciliación entre Francia y Alemania tras la Segunda Guerra Mundial y uno de los pioneros en la creación de la Unión Europea, dejó una huella significativa en el Parador de Jaén. De Gaulle, quien mantenía una relación cordial con el general Francisco Franco, manifestó su deseo de recorrer España. Franco, en repetidas ocasiones, había afirmado: «Jaén me quita el sueño». Por esta razón, se cree que De Gaulle decidió iniciar su recorrido por la provincia andaluza, eligiendo pasar una noche en la actual habitación 231 de nuestro establecimiento.

 

La habitación que inspiró Memorias de la Esperanza

 

Lo que en un momento iba a ser un viaje de dos días por Jaén, terminó por alargarse una semana. Y es que De Gaulle, al llegar a la habitación 231 del Parador, quedó sorprendido por la belleza de este rinconcito. De todo el castillo, este es el único dormitorio que cuenta con cama con dosel y chimenea. Pero lo que realmente le fascinó fueron las increíbles vistas que apreciaba desde su alcoba a la sierra de Jabalcuz y al horizonte repleto de olivos verdes. Tanto fue así que, gracias a las comodidades que halló en esta alcoba, encontró la inspiración necesaria para escribir su aclamada obra Memorias de la Esperanza.

"habitacion 231 parador de jaen"
Habitación 231 del Parador de Jaén

 

En Memorias de la Esperanza, elogia la riqueza cultural de Jaén: su gastronomía, la hospitalidad de su gente, las increíbles vistas del mar de olivos que divisaba desde su dormitorio y el legado histórico del castillo de Santa Catalina, hoy Parador de Jaén. Al estudiar su obra, comprendemos mejor el incalculable valor de la provincia jiennense y su Parador. Además, también nos revela su viaje por otros municipios andaluces y su estancia en otros Paradores, como los de Cambados, Santillana del Mar, Toledo y Santo Domingo de la Calzada.

 

"habitacion 231 parador de jaen"
Vistas de la habitación 231

 

 

El Parador

 

No es de extrañar que el Parador de Jaén fuera uno de los rincones preferidos de Charles de Gaulle en España. Desde el exterior, sus robustos muros de piedra impresionan a los visitantes, mientras que su asombrosa bóveda interior es digna de ser fotografiada. De Gaulle, consciente de la importancia defensiva del castillo de Santa Catalina durante la Guerra de la Independencia, decidió alojarse allí la primera semana de junio de 1970, interesado en documentar el conflicto

Lo mejor de todo es que el Parador de Jaén es el lugar ideal para disfrutar de la rica herencia gastronómica andalusí y pastoril. Es difícil escoger entre tantas delicias tentadoras, pero la pipirrana, la merluza con salsa árabe, el paté de perdiz y las espinacas esparragadas con huevo al estilo de Jaén son manjares a los que no puedes renunciar.