Pocas experiencias nos dejan más estupefactos que admirar un bonito crepúsculo al amanecer o al atardecer. Son momentos en los que los tonos violáceos, dorados, ocres, anaranjados y rojizos tiñen los paisajes de un encanto especial. La magia de la hora crepuscular revela una belleza extremadamente impresionante de nuestros Paradores. Gracias a su ubicación privilegiada, cerca de algunas de las zonas más populares para ver las primeras y últimas horas del día, puedes estar seguro de capturar fotografías y vivir unos instantes difíciles de olvidar.
Hipnóticos amaneceres y atardeceres en las islas Canarias
Las islas Canarias son, sin lugar a dudas, uno de los mejores escenarios para contemplar crepúsculos. Nuestros Paradores canarios ofrecen una panorámica única con paisajes que muestran la esencia de cada isla.
Desde la playa de arena volcánica del Parador de El Hierro, la imagen del amanecer, con su luz suave y cálida, transformando el océano en una paleta de colores cálidos y violáceos, sugiere un momento de gran belleza y serenidad. Si eres de los que disfruta madrugando, no hay nada mejor que dar un paseo por este lugar para sentarte, contemplar esta escena y capturar para tu álbum de fotos uno de los paisajes más hermosos de toda la isla. Y si prefieres admirar el ocaso, el faro de Orchilla, situado en el extremo más occidental de Europa, es un punto ideal para visitar.
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El Parador de La Palma presume de paisaje bucólico durante las horas crepusculares. En sus jardines, con más de 70 especies autóctonas, entre ellas, el tajinaste, la tabaiba y el drago, se observan amaneceres y puestas de sol que embellecen el horizonte dominado por el océano Atlántico. Más allá de nuestras puertas, merece la pena explorar El Parque Nacional Caldera de Taburiente y el Roque de los Muchachos, dos paisajes volcánicos caracterizados por sus grandes acantilados que, al atardecer, cobran especialmente vida gracias a los tonos rojizos que iluminan el paraje.
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En Gran Canaria, el Parador de Cruz de Tejeda, situado a 1.560 metros de altitud, ofrece unas vistas inmejorables. Desde su piscina hidrotermal exterior, mientras te relajas y disfrutas de un momento refrescante, quedarás boquiabierto con el ocaso que corona el paisaje cultural del Risco Caído y los espacios sagrados de las montañas de Gran Canaria, declarados Patrimonio de la Humanidad en 2019. Si te gusta la fotografía, no puedes irte sin visitar las Dunas de Maspalomas, ya que al caer el sol, tendrás la oportunidad de capturar fotos instagrameables.
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Atardeceres de postal en Andalucía
En Andalucía, quizás estén los atardeceres más populares.
El Parador de Ronda, ubicado sobre una hendidura de 120 metros de profundidad, es el lugar ideal para disfrutar de impresionantes atardeceres. Desde el final del Puente Nuevo, se puede contemplar la fusión de tonos anaranjados, rojizos y ocres que adornan el paisaje y coronan nuestro edificio. Además, en la terraza del Parador puedes degustar especialidades de la serranía y platos con influencias taurinas, mientras te maravillas con las vistas que se extienden por el horizonte.
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En Granada, el mirador de San Nicolás es famoso por atraer a miles de turistas que desean contemplar la panorámica más impresionante de la Alhambra. Y es que el ocaso, embelleciendo todo el conjunto arquitectónico con la ciudad a sus pies, se ha convertido en una de las puestas de sol más bonitas de nuestro país. Y hablando de la Alhambra, junto a ella, te espera el Parador de San Francisco. Se trata de un convento levantado por los Reyes Católicos sobre un antiguo palacio nazarí. En su terraza puedes disfrutar también de unas magníficas vistas al Generalife mientras te tomas un cóctel refrescante.
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Otros rincones que no te puedes perder
Es imprescindible visitar, al atardecer, Las Médulas, un impresionante paisaje en la provincia de León, declarado Patrimonio de la Humanidad. Nuestro programa Naturaleza para los Sentidos en el Parador de Villafranca del Bierzo organiza excursiones por este entorno. A caballo, recorreremos los principales senderos y llegaremos a un punto elevado para contemplar la mejor panorámica con la puesta de sol detrás de los montículos. Tras esta aventura, no hay nada tan bueno como saciar el apetito en el restaurante del Parador, deleitándonos con los productos de la huerta berciana y el famoso botillo con cachelo y repollo.
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Por último, el Parador de Toledo es el mejor mirador a la Ciudad Imperial. Durante el crepúsculo, desde la terraza se puede apreciar una impresionante panorámica del patrimonio cultural de Toledo, realzada por los tonos cálidos del sol poniente. No hay nada mejor que disfrutar de estos momentos, acompañado de una excelente experiencia gastronómica que incluye perdiz estofada, lomo de ciervo marinado y migas del pastor. Además, no pierdas la oportunidad de relajarte en su maravillosa piscina.
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