El Parque Regional de la Sierra de Gredos guarda uno de los tesoros naturales más impresionantes de Ávila, destino ideal para los amantes de la naturaleza. De origen glaciar y a unos 2000 metros de altitud, regala un vergel de montaña que combina la belleza de aguas cristalinas con la majestuosidad del Pico Almanzor, el más alto del Sistema Central.
Las cinco lagunas de Gredos se distribuyen en escalones a lo largo del valle y cada una esconde una singularidad especial: la Laguna Cimera, la más alta (2103 m) y a menudo rodeada de neveros incluso en verano; la Laguna Galana (2101 m), de forma irregular y cercana al Risco Galana; la Mediana (2097 m), que simula un espejo donde se refleja la majestuosidad de un cielo limpio y claro; la Laguna Brincalobitos (2074 m), más pequeña y apartada, y la Laguna Bajera (2093 m), que recoge las aguas de todas las anteriores. El conjunto forma un circuito circular que deleita a los senderistas y a los amantes de los paisajes alpinos, con paradas para el descanso y la contemplación.
En invierno, la nieve cubre senderos y montañas, creando un entorno idílico para disfrutar de la tranquilidad y el aire puro. Una opción de turismo sostenible que, además, ofrece una experiencia única para la observación de estrellas, ya que la ausencia de contaminación lumínica y la claridad de los cielos de Gredos convierten este destino en un lugar excepcional para el astroturismo.
La caminata es desafiante, ideal para excursionistas y aventureros interesados en rutas de larga duración. El sendero más conocido parte de la Plataforma de Gredos, y completar su recorrido, de unos 22,5 km, precisa entre diez y doce horas. La biodiversidad en torno a las lagunas está llena de encanto. Las cabras montesas, emblema de la Sierra de Gredos, se dejan ver entre la nieve, mientras que aves como el acentor alpino sobrevuelan el entorno incluso en invierno.
Un entorno de leyenda
Este vergel de montaña ha sido escenario de leyendas desde tiempos antiguos. Una de las más conocidas recrea la historia de «La Dama del Almanzor», espíritu protector que, según pastores de la zona, aparece en las noches de luna llena para guiar a los viajeros perdidos y protegerlos de los peligros de la montaña.
Cuentan las voces populares que cada laguna está custodiada por un ser mítico: ninfas de agua que bendicen a quienes acatan las leyes de la naturaleza, pero castigan a quienes les dan la espalda.
Se trata, en definitiva, de un viaje a la esencia misma de la naturaleza. Paisajes de ensueño que albergan una rica biodiversidad, perfectos para disfrutar en familia o para quienes buscan aventura, introspección o simplemente una experiencia inolvidable en contacto directo con la magia de la Sierra de Gredos.
Refugios en el camino
A pocos metros de las lagunas se encuentra el Refugio Laguna Grande, también conocido como Elola. Es un refugio de montaña a 1.950 metros de altitud habilitado para montañeros que deseen hacer noche en el epicentro del Parque Regional de la Sierra de Gredos, especialmente por las bajas temperaturas del invierno. Imprescindible hacer reserva con antelación, ya que el aforo es limitado. Otra alternativa para el descanso es el Chozo de la Barranca, pequeña edificación de piedra de acceso libre.
Ruta a las Cinco Lagunas de Gredos desde la Plataforma
• Tipo de ruta: Circular
• Dificultad: Moderada
• Distancia: 22,5 kilómetros
• Tiempo estimado: El trayecto ronda entre las 10 y las 12 horas, por lo que se recomienda realizarlo en dos días
• Altitud máxima: 2.356 metros
• Desnivel positivo acumulado: 1.581 metros
Recompensa final en el Parador de Gredos
Inaugurado por Alfonso XIII, se convirtió en 1928 en el primer establecimiento de la red de Paradores. Su recia arquitectura, de piedra y pizarra, esconde un confortable interior de inspiración castellana, con espectaculares miradores a la Sierra de Gredos. Sus fogones recogen la contundencia y sencillez de la cocina serrana tradicional, rica en asados y reconfortantes platos de cuchara.