Ocho Paradores donde parar el tiempo con un beso
10 de Abril 2025

El próximo 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso, y nos parece la excusa perfecta para celebrar el amor y la magia de este gesto universal. ¿Qué mejor lugar para compartir un beso inolvidable que en los rincones más románticos de Paradores? Desde castillos medievales hasta enclaves naturales de ensueño, estos destinos no solo ofrecen paisajes de postal, sino también la atmósfera ideal para sellar momentos únicos.

Acompáñanos en este recorrido por ocho Paradores que merecen un beso, y descubre por qué cada uno de ellos es un escenario perfecto para celebrar el arte de besar. Prepárate para enamorarte de estos lugares tanto como de tu acompañante.

 

El encanto de un beso en la Alhambra

 

Compartir un beso en Granada, en pleno corazón de la Alhambra, bajo los jardines del Generalife, es como leer el desenlace de un libro donde el amor emerge victorioso. Esta ciudad, impregnada de una historia vibrante que entrelaza las influencias árabes y cristianas, ofrece un escenario tan singular como encantador, donde la magia parece formar parte del aire que se respira.

Bajo este manto idílico, acompañado por el susurro del agua, el canto melodioso de los pájaros y la armonía perfecta de los jardines, cada instante en este entorno se transforma en un momento irrepetible, ideal para sellar con un beso de película mientras el atardecer tiñe el cielo con una paleta infinita de colores.

Esa es la experiencia que ofrece el Parador de Granada, desde su patio convertido en un sereno claustro hasta su qubba, un espléndido mirador hacia el Generalife, cada rincón cuenta una historia que conecta profundamente con la esencia misma de la ciudad. Las vistas panorámicas, la decoración que fusiona magistralmente arte y tradición, y la serenidad envolvente convierten este lugar en una vivencia única. En este escenario inigualable, un beso trasciende lo romántico para convertirse en una celebración viva de la historia, la naturaleza y la belleza eterna que dan forma a la Alhambra y a toda Granada.

 

Un beso en las alturas

 

En el corazón de Gran Canaria, envuelto en un oasis de tranquilidad y belleza natural, se alza el Parador de Cruz de Tejeda. Si decides convertir este encantador lugar en el escenario de tu próximo beso, te recomendamos darlo antes de contemplar sus espectaculares vistas. Estas son tan imponentes, que son capaces de robarte el aliento.

Dentro de esta escena, el beso no será solo un gesto romántico sino una vivencia capaz de encapsular la magia y la esencia de este extraordinario lugar. Este enclave, situado a 1560 metros de altitud en el corazón de la isla, te regala unas vistas extraordinarias de los montañas de Gran Canaria, el paisaje cultural del Risco Caído y el majestuoso mar de nubes que se extiende al horizonte.

Si buscas el momento perfecto para dar un beso, la terraza del Parador es el lugar ideal, especialmente al atardecer. Allí, el cielo se viste con tonos cálidos que se fusionan con la serenidad de la naturaleza, creando un escenario digno de ser inmortalizado.

 

Un beso con el susurro del Atlántico

 

Si sois unos apasionados del mar, un beso en el Parador de Mazagón con el océano como testigo, trasciende lo romántico para convertirse en una profunda conexión con la naturaleza y el entorno.

Ubicado en pleno corazón del Parque Natural de Doñana, este lugar único ofrece una atmósfera inigualable. Playas vírgenes que se pierden en el horizonte y un frondoso bosque de pinos que envuelven cada instante en una serenidad incomparable. Si buscáis el momento perfecto, los amaneceres aquí son verdaderamente mágicos. La luz dorada del sol, reflejándose en las azuladas aguas del Atlántico, crea un espectáculo natural ideal para sellar el momento con un beso inolvidable.

El Parador no solo cautiva por su ubicación privilegiada, sino también por sus magníficas instalaciones. Desde sus terrazas con vistas panorámicas, hasta su piscina exterior rodeada de jardines y las rutas que recorren un entorno virgen, todo está pensado para una escapada en pareja inolvidable. Aquí, cada detalle invita a crear recuerdos que perdurarán para siempre.

 

Un beso en Argomaniz

 

En la provincia de Álava, en el País Vasco, se encuentra el Parador de Argomaniz. Este palacio renacentista, ubicado en un entorno privilegiado, domina la llanura alavesa y la Sierra de Urbasa, creando un escenario inigualable para momentos de conexión y romance. No solo sus espectaculares vistas te cautivarán, sino también la elegancia de su interior y la armonía de sus jardines, que invitan a la calma.

Planificar una cita en su restaurante promete una experiencia inolvidable. En este espacio fascinante, emplazado en un antiguo granero con un impresionante artesonado del siglo XVIII, la magia del lugar cobra vida, convirtiéndolo en un rincón ideal para compartir un momento romántico. Este entorno, tan fotogénico como encantador, hará que el beso brote de manera natural, encapsulando la esencia del amor y la belleza de Álava.

 

Primeros besos

 

Es probable que muchos de nuestros primeros besos hayan tenido como escenario un parque, y qué mejor manera de revivir esa dulce nostalgia que en un lugar aún más impresionante como es el Parque de Isabel La Católica en Gijón. Este rincón se erige como uno de los más especiales de la ciudad, gracias a su encanto singular, donde la perfecta armonía entre naturaleza y urbanismo cobra vida. Su apacible estanque y la serenidad que se respira contrastan de manera fascinante con la energía vibrante del entorno urbano.

A tan solo unos pasos, el Parador de Gijón complementa esta experiencia mágica. Ubicado en un antiguo molino centenario, dentro del propio parque, este lugar combina su rica historia con una profunda conexión con la naturaleza, creando el marco ideal para revivir ese beso de juventud. Además, es un punto de partida perfecto para explorar Gijón y sus maravillas. Desde la playa de San Lorenzo hasta el barrio marinero de Cimadevilla y el cerro de Santa Catalina.

 

Un beso inolvidable

 

Junto al emblemático Puente Romano, en Cangas de Onís, un beso se transforma en un tributo a la historia y a la deslumbrante belleza natural que define este rincón asturiano. A orillas del río Sella, en un entorno privilegiado enmarcado por los imponentes Picos de Europa, el momento adquiere una profundidad especial al conectarse íntimamente con el paisaje que lo rodea.

A tan solo unos pasos, el Parador de Cangas de Onís aporta un encanto único a esta experiencia. Con su arquitectura tradicional de piedra y madera, y su cálida decoración que evoca el pasado, este histórico edificio se convierte en un refugio perfecto para compartir instantes inolvidables.

Además, el Parador es un punto de partida ideal para explorar sus múltiples espacios, desde los acogedores salones hasta el sereno jardín a orillas del río. Su estratégica ubicación permite pasear y descubrir las maravillas que ofrece el corazón de Asturias.

 

Un beso entre dunas y mar

 

Si sois una pareja deportista y aventurera, vuestro beso podría encontrar el escenario perfecto en el campo de golf del Parador de El Saler, con el mar como telón de fondo. Rodeado por las ondulantes dunas del Parque Natural de La Albufera y acariciado por la fresca brisa mediterránea, este enclave se presenta como un refugio ideal para vivir momentos únicos en pareja.

Desde el Parador, una encantadora pasarela os guiará hacia una playa de arena fina que parece extenderse hasta el infinito. Además, podréis relajaros disfrutando de las instalaciones del Parador, que incluyen un spa, una piscina exterior y la Natursenda, un sendero que os llevará a explorar su rico y vibrante ecosistema. La experiencia no estaría completa sin una parada en su restaurante, donde podréis deleitaros con las mejores paellas valencianas y productos locales, mientras contempláis las vistas al campo de golf y al mar.

 

Un beso entre murallas

 

Te proponemos un lugar que combina la majestuosidad de un castillo con la serenidad de un convento, y que domina con su imponente silueta la encantadora villa de Alcañiz. En ese punto se encuentra el Parador de Alcañiz. Al atravesar su histórico arco de piedra, sentirás cómo el tiempo retrocede, transportándote siglos atrás y sumergiéndote en un entorno lleno de historia y romanticismo.

Robar un beso en el patio medieval, bajo la magia de un cielo estrellado, mientras exploras rincones fascinantes como el claustro o la galería del antiguo palacio, es sentir una experiencia única donde el pasado parece cobrar vida.

El Parador, con sus impresionantes murales góticos y la tranquilidad que emanan cada uno de sus espacios, lo convierten en el lugar perfecto para desconectar de la rutina y sumergirse en la esencia de Aragón. Inmortaliza ese beso, porque difícilmente encontrarás otro lugar igual.

No lo pienses más y celebra este día como se merece. Nosotros, te estaremos esperando.

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