En un lugar donde el paisaje que te rodea son montañas siempre verdes, donde la temperatura en verano es perfecta para no sufrir con el bochorno y donde en invierno el paisaje te lanza escenas de novela encontrarás el Parador de Cangas de Onís.
Ubicado a poco más de 3 kilómetros del municipio que lleva su nombre, este Parador es una joya en sí misma. Una joya arquitectónica cuyos muros guardan mucha historia, una joya en cuya abadía adjunta, sus capiteles cuentan la historia de una tierra que se graba en la retina para siempre.
Día 1- Descubriendo la historia de la Abadía de San Pedro de Villanueva
Visita obligada para conocer el lugar donde pasarás la primera noche. El Parador ofrece visitas guiadas todos los días de forma gratuita en las que te contarán cómo surgió la abadía, qué historias rodean esta joya de románico y cómo se procedió a la recuperación del edificio para convertirlo en lo que hoy es uno de los hoteles de la red con más encanto. La obra de cantería que se desarrolló en el siglo XII para levantar una abadía en cuyos capiteles se cuenta la historia del rey Favila, el segundo monarca Astur...no te vamos a contar la historia narrada y magníficamente recuperada que fue tallada hace siglos en este rincón de Asturias. Tienes que escucharla directamente en vivo, mientras vas siguiendo, capitel a capitel, la trama de los hechos.
Tras esta primera toma de contacto con el Parador, te recomendamos que te relajes en el claustro del mismo. Aprovecha para picotear alguna de las delicias gastronómicas de la zona aunque te recomendamos que no te dejes llevar demasiado, o no podrás con la cena.
En este caso te animamos a que disfrutes de la experiencia de una cena en uno de los rincones exclusivos que ofrece al Parador para cenas más íntimas o para celebrar ocasiones especiales (un cumpleaños, una pedida de mano, una celebración familiar...). El menú que prepara el equipo de cocina (su gastronomía da para otro artículo, os lo aseguramos) está elaborado con exquisito cuidado, ofreciendo un recorrido por los sabores y aromas asturianos en una experiencia gastronómica que te sorprenderá.
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Día 2- de montañas y picus para otear el horizonte
En esta segunda jornada te recomendamos que empieces el día dando buena cuenta del buffet de desayuno del Parador. Además del café recién hecho, del zumo de naranja natural, de la variedad de panes y bollería, de los embutidos y de la fruta de temporada no dejes de tomar uno de los casadielles, dulces locales preparados en el Parador.
Hoy toca caminata y rutas de senderismo por la zona. Puedes acercarte a Següencu, está a unos 20 minutos del Parador. Tendrás que dejar el coche y ¡subir hasta la cima! El recorrido te llevará unos 45 minutos yendo sin prisa y parando a admirar el paisaje que te ofrece la subida a la cima (recomendable calzado cómodo, con suela rugosa para no resbalar y, siempre, lleva una botella de agua y algo de fruta o frutos secos para aliviar el cansancio). Una vez que llegues a la cima, podrás hacer fotos mires donde mires, ¡aprovecha que has llegado y cuéntaselo al mundo!
Para comer y si no te apetece volver al Parador a dar cuenta de su carta, puedes acercarte a alguno de los muchos restaurantes que salpican la zona. ¿Qué pedir? La materia prima de la zona hace que las mesas se llenen de sabor pero claro: las fabes y, si te atreves, un cachopo, te ayudarán a recuperar fuerzas.
Para bajar la comida y siguiendo con el día de naturaleza a golpe de sendero te animamos a que sigas la senda hasta la Olla de San Vicente. Ojo con el tiempo, si completas el recorrido son 2 horas de ida y otras 2 de vuelta, si vas a hacerlo completo, consulta antes la hora de la puesta de sol, de noche este camino no es muy recomendable porque tiene zonas en las que prácticamente pisas el agua. Puedes ir acompañado de niños, porque prácticamente es llano y las zonas complicadas no son muy abundantes, sortear un pequeño tramo entre rocas, un paso sobre el agua... Salvo este aviso (lleva siempre una linterna cuando salgas al monte, junto con el agua y la fruta o frutos secos que te hemos recomendado antes) el recorrido es de lo más agradable, acompañado en todo momento por el sonido del agua fresca del río en sus primeros metros de recorrido.
Día 3- de viaje a tiempos de dinosaurios
Hemos reservado este día para hacer una de las visitas más divertidas (si vas con niños se lo pasarán en grande, si no, los grandes os lo pasaréis como niños). En Colunga se encuentra el Museo del Jurásico de Asturias, el MUJA. Un centro que busca entretener al tiempo que apuesta por divulgar la historia de los primeros pobladores de la Tierra, esos seres gigantes cuyas huellas se quedaron en el barro y cuyos fósiles hoy nos siguen fascinando.
Si el tiempo acompaña, tras la visita puedes acercarte a Llastres a darte un baño (o a mojarte los pies el Cantábrico). A lo largo de la costa se suceden playas, muchas de ellas desconocidas para el viajero y guardadas como un tesoro por los lugareños... ¡tendrás que descubrirlas por ti mismo!
Asturias tiene mil y un viajes, esperamos que este sea perfecto para ti.
Puedes reservar tu estancia en el Parador de Cangas de Onís, donde te cuidaremos y te ofreceremos información y muchas más rutas de interés
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Y, para que lo puedas tener a mano, te dejamos un mapa de la zona. ¡Buen viaje!