- Del 23 de marzo al 1 de abril los restaurantes de la cadena ofrecen como sugerencias en carta recetas tradicionales de esta festividad populares de cada zona
- La dulcería típica de estas fechas se promocionará tanto en los desayunos como en la carta de meriendas de los espacios gastronómicos de las cafeterías
Más allá del fervor religioso y de los días vacacionales de asueto y relax, la Semana Santa es también tiempo de disfrute para el paladar con una marcada gastronomía propia de estas fechas. Una cocina caracterizada por regla general por la ausencia de contenido cárnico fruto de la abstinencia alimentaria impuesta durante este periodo por herencia de la tradición católica, a excepción de la exultante y glorificante cocina pascual con ejemplos como el cordero asado propio del Domingo de Resurrección o el salmantino hornazo del Lunes de Aguas.
Los productos de temporada, la austeridad y la sencillez en las elaboraciones marcan un recetario en el que los pescados -con el bacalao en salazón a la cabeza-, las verduras, las legumbres y los dulces -con un inabarcable repertorio repostero- pasan a ser los ingredientes principales. Una despensa que ha dado lugar a multitud de platos con variaciones y especialidades típicas de las distintas regiones del territorio nacional.
La gastronomía de Paradores es un referente de la cocina española, destacando su apuesta por preservar y recuperar las elaboraciones tradicionales y regionales. Fiel a esta filosofía esta Semana Santa se ha propuesto ofrecer a sus clientes como sugerencias en carta algunos de los platos típicos de la Semana de Pasión más representativos de los lugares donde se emplazan sus establecimientos. Una oferta especial de recetas tradicionales de esta festividad populares de cada zona que estará disponible del 23 de marzo al 1 de abril.
La cadena hotelera pública tiene espacios y restaurantes llenos de encanto y si esta Semana Santa vas a viajar por España, no pierdas la oportunidad de comprobarlo y conocerlos durante tu trayecto -planifica tu viaje para parar en alguno de nuestros establecimientos estratégicamente situados en el camino- o al llegar a tu lugar de vacaciones.
Para ir abriendo boca, te proponemos una pequeña pero representativa “ruta gastronómica de vigilia” por algunos de nuestros establecimientos para conocer esta singular propuesta culinaria y disfrutar del sabor de la tradición.
Potajes de vigilia
Iniciamos el itinerario en el extremo sur de la Península, en el Parador Hotel Atlántico de Cádiz donde esta Semana Santa se podrá disfrutar, por ejemplo, de un marinero potaje de garbanzos, espinacas y choco, incorporando a su carta de postres las tradicionales torrijas, una humilde y antigua receta europea cuya primera descripción conocida data de la Edad Media.
Ese mismo dulce estará también disponible en tierras sevillanas, en el Parador de Carmona, que además incluirá entre sus sugerencias saladas un bacalao frito en guiso de tomate confitado.
En plena Costa del Azahar, el Parador de Benicarló va a hacer gala de tres recetas del repertorio castellonense de Cuaresma: potaje de vigilia -el guiso quizás más típico de esta época del año a base de garbanzos, espinacas, bacalao y huevo cocido-…
…bacalao con titaina valenciana- plato típico del barrio del Cabañal que es una especie de sofrito hecho con tomate, pimiento rojo asado, piñón, ajo y ventresca de atún salada conocido popularmente como el pisto marinero-,…
…y una de las elaboraciones arroceras más apreciadas, sabrosas e irresistibles con el marisco como protagonista: arroz meloso de bogavante.
La oferta de postres benicarlanda se amplía estos días con una muy levantina torrija borracha de horchata con helado de vainilla y en los desayunos se podrán degustar también de manera rotatoria las farinosas (una especie de monas típicas de Benicarló) de boniato, de cabello de ángel y de chocolate de las que también se podrá disfrutar en las meriendas en cafetería con un buen chocolate caliente.
Los garbanzos negros de Coristanco, un selecto y exclusivo producto de la huerta de la coruñesa comarca de Bergantiños que ha recuperado esta variedad conocida desde la antigüedad, muy común en algunas zonas de nuestro país hasta hace unas décadas y que actualmente es especialmente popular en el Sur de Italia, son la base de legumbre de la propuesta del Parador Costa da Morte, en Muxía, para estas fechas : un bacalao confitado con garbanzos de Coristanco y cebolleta.
Algo más al este, en la costa Cantábrica, en el Parador de Gijón dejarán de lado los sacramentos cárnicos del compango que dan lustre a los populares potes y fabadas asturianos, para, sin renunciar a la religión que profesan por las legumbres arriñonadas, preparar unas apetecibles habas con almejas y pilpil de bacalao.
Por su parte, en tierras del interior, el Parador de Almagro nos propone todo un completo “Menú de Cuaresma” en el que se puede degustar como aperitivo el popular encurtido convertido en una de las grandes enseñas gastronómicas locales: la berenjena de Almagro, en esta ocasión embuchada con nube de queso. No puede faltar el potaje de espinacas con bacalao al que aportan el toque manchego las peyas de pan de Cruz, un taco de bacalao de cuaresma, que se acompaña con una salsa de tomate y pimiento, y una torrija de leche del obrador del propio Parador con helado de vainilla.
Una propuesta de la que se podrá disfrutar en el espacio gastronómico “La bodega del convento”, un singular y acogedor rincón del antiguo convento franciscano de ambiente cervantino vinculado a la cafetería que conserva las espectaculares tinajas de barro donde se elaboraba el vino y que habitualmente acoge las jornadas del cocido manchego.
Apuesta por la dulcería festiva
Paralelamente, Paradores apuesta por promocionar también estos días el vasto abanico de propuestas de repostería y dulcería propias de esta festividad. Así, en la carta de elaboraciones calientes de los desayunos bufet de todos los Paradores se van a encontrar “Nuestras Tradicionales Torrijas” encabezando las diferentes opciones y que se servirán bajo petición del cliente.
Dulce de torrija con su helado del Parador de Sos del Rey Católico.
Asimismo, en el ánimo de recuperar e institucionalizar la tradición de la merienda en los espacios gastronómicos de las cafeterías cada Parador va a adaptar la oferta dulce y de bebidas a su variedad de productos tradicionales, locales y regionales. Una iniciativa que va a permitir tanto a clientes como a visitantes de paso disfrutar, acompañado de un chocolate a la taza, otra bebida caliente o una limonada, de un amplio surtido en que no faltan, por supuesto, las torrijas, y donde aparecen otras especialidades “penitenciales” como los pestiños, las flores de sartén, los buñuelos, la leche frita, las rosquillas, los roscos fritos o las hojuelas con miel.
