Pocas cosas hay equiparables gastronómicamente hablando al placer sensorial que produce comer una buena patata frita en aceite de oliva virgen extra mojada en una untuosa yema de huevo de gallinas criadas en libertad. Y si no que se lo pregunten al afamado Lucio, cuyos huevos rotos han seducido a los más ilustres paladares.
Como opción sencilla y muy resultona para una cena dominical que hará las delicias de todos los miembros de la familia, en nuestra escuela doméstica de cocina para el confinamiento Víctor Hugo Tello, chef del Parador de La Granja, os enseña a preparar una deliciosa alternativa en torno al citado fundamento. Un cocinero que se incorporó arribó hace medio año a Paradores tras vivir en fogones de medio mundo, desde São Paulo (Brasil) hasta en un trasatlántico. Eso sí, en este caso olvidaos de la crujiente puntillita, ya que se ha decantado por la técnica del poché para esta personal versión de huevos rotos que aúna mar y montaña.
¡Fácil, rico y vistoso!
Ingredientes 2 raciones:
- Patata agria 2 uds.
- AOVE 1 dl
- Langostinos pelados 10 uds.
- Huevo 2 uds.
- Vinagre c/s
Aceite de pimentón
- Pimentón De la Vera ½ cuch.
- AOVE ½ dl
- Lonchitas de jamón 10 Uds.
- Sal c/s
Elaboración:
Cortar las patatas en juliana fina y freír en AOVE hasta que queden crujientes, reservar en un bol con papel de cocina para absorber el aceite.
Marcar los langostinos en una sartén con un poco de AOVE y sal y reservar.
En una olla con agua hirviendo y un chorrito de vinagre hacer el huevo poché (entre 3 y 4 minutos) y reservar. Truquito: para que se cocine uniforme el huevo batimos el agua con una barilla o cuchara haciendo un remolino antes de agregar el huevo.
Para finalizar mezclamos una pizca de pimentón y aceite para la finalización del plato.
Emplatado
Poner en el plato las patatas paja, sobre estas las lonchitas de jamón, los langostinos y terminar con el aceite de pimentón.