Si hay algo que resulta emocionante al llegar al establecimiento en el que te vas a alojar durante tu viaje es entrar en la habitación, abrir las cortinas y comprobar cuánto ha merecido la pena elegir un Parador para tus vacaciones.La mayoría de nuestros hoteles cuentan con vistas privilegiadas de su entorno, y hoy nos vamos a fijar en algunos Paradores en entornos naturales que cuentan con panorámicas que quedarán para siempre marcadas en tu retina y en tu memoria. Abre la ventana de tu habitación y, además de respirar el aire puro de la naturaleza, toma unos minutos para valorar el entorno privilegiado en que te encuentras. Luego podrás planear tu aventura en el entorno y descubrir las maravillas que esconde.

Despertar en medio del Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre con vistas a los bosques palentinos no tiene precio. Y es que desde el Parador de Cervera de Pisuerga podrás ver las aguas cristalinas del Pantano de Ruesga, la montaña de Almonga que es la más representativa de la comarca, la peña Espigüete junto con los ríos y cuevas que alberga y, por último, Curavacas, rincón que posee especies vegetales singulares. 

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Si vienes de una gran ciudad, las vistas que ofrece el Parador de Mojácar van a ser el contraste que necesitas para poder apaciguar tu mente inquieta. Atrás queda el asfalto, los grandes rascacielos y el desfile de coches. Las habitaciones superiores de este Parador miran directamente a la playa Piedra de Villazar. Pero si decides subir a lo alto de la localidad de Mojácar,  podrás observar además la belleza de la Sierra de la Cabrera. Aunque Mojácar es territorio famoso por sus playas, dispone de actividades en la naturaleza más que interesantes. Por ejemplo, una visita obligatoria es al Parque Natural de Cabo de Gata. Allí podrás descubrir majestuosos acantilados como el de Punta de los Muertos.

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El Parador de Jarandilla de la Vera es un mirador perfecto a la naturaleza. Ya sea que estés en la terraza, en los espectaculares salones coloridos, o incluso en la misma entrada del parador, vas a poder disfrutar de una vista inmejorable: una panorámica del valle junto con los montes de Toledo. En tu paseo por los alrededores encontrarás tesoros como las gargantas naturales de la Jaranda o la Reserva Natural de los Infiernos. Y a pocos kilómetros descubrirás tres templos de la desconexión: el Valle del Jerte, el Parque Regional de la Sierra de Gredos y el Parque Nacional de Monfragüe.

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Entre las aguas de la serranía, agrestes rocas y verdes pinares se ubica el Parador de Gredos. Una localización perfecta para descubrir con nuestros propios ojos algunos de los rincones más bellos de la región. El Macizo Central no escapará de tu atención. Un enclave magnífico para contemplar desde tu habitación y recomendable de visitar para emprender rutas a caballo y probar los deportes de aventura. El pico de Almanzor, el más alto de la Sierra de Gredos, queda a la vista de los huéspedes del Parador. Pero aparte de apreciar estos lugares mientras limpias tu mente de preocupaciones, te proponemos un plan sin salir del establecimiento. ¿Qué te parece una partida de tenis en las pistas del hotel, rodeado de un aromático pinar?

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Dicen que la mejor forma de admirar una obra de arte es desde un punto de vista más lejano. El Parador de La Seu d'Urgell se encuentra a 50 metros de la catedral de Santa María, el máximo exponente artístico del románico urgelense. En la otra ala del edificio se percibe tras sus ventanas la sierra del Cadi. Se trata de un conjunto que guarda entre sus montes una gran variedad de especies arbóreas como el roble, la haya o la encina. Asimismo, es un ecosistema que destaca por la riqueza de su fauna. Allí cohabitan el ciervo, el jabalí, la marmota y aves como el quebrantahuesos, el águila y el urogallo.  ¿Y qué tal si después de pasar el día explorando los alrededores te relajas en su piscina climatizada?

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El Parador de Fuente Dé está ubicado en un circo glaciar de hayedos. Ofrece múltiples panorámicas que lo convierten en un lugar singular. Desde aquí puedes contemplar la majestuosidad del macizo central de los Picos de Europa. Asimismo, es posible avistar el pico de Coriscao, uno de los más emblemáticos del sistema montañoso, el nacimiento del río Deva y el valle de Liébana que congrega verdes prados, altas montañas y hermosos pueblos como Potes. ¿Te imaginas desayunar acompañado de este espectáculo para los sentidos? Y a unos metros tienes un teleférico que te subirá a lo alto de la montaña para que hagas rutas de senderismo o simplemente admires las vistas y la belleza del entorno. Además, en el mismo Valle de Liébana encontrarás un rico patrimonio histórico-artístico, como el célebre monasterio de Santo Toribio.

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