Mas Blanch y Jové repite como bodega invitada en las cenas maridadas del Parador de Lleida
22 de Mayo 2025

Tras sus dos exitosas comparecencias anteriores en 2023 y 2024,  los vinos ecológicos y de montaña de Mas Blanch y Jové vuelven a protagonizar en mayo de este año la campaña “12 meses, 12 bodegas” que el Parador de Lleida dedica a los cellers de la D.O. Costers del Segre. Se trata de una pequeña y laureada bodega en La Pobla de Cérvoles (Lleida), en la sub-zona de Les Garrigues, que es un proyecto familiar creado en 2006 fruto de generaciones y generaciones de payeses apasionados. Sus 25 hectáreas de viña están situadas a más de 700 metros por encima del nivel del mar. Practican la viticultura ecológica de montaña, que les permite obtener unos vinos de altura personales y elegantes, libres de herbicidas y de pesticidas: unos grandes vinos certificados como ecológicos.

 

 

Cinco de sus referencias, una de ellas novedad frente a las que ya se sirvieron en sus dos presentaciones anteriores, se armonizarán con un menú especial diseñado para la ocasión en la cena maridada programada para el jueves 29 de mayo.

 

 

La creativa propuesta planteada por el equipo de cocina que lidera el chef Mario Rojo con una combinación de vanguardia y tradición y apuesta por el producto local, arrancará con  un bacalao desalado con lima y piña. Un plato con un refrescante punto tropical que se acompañará con el  Petit Blanc Saó, un coupage de garnacha blanca (705), ,macabeo (5%), viognier (5%) Y riesling (3%) elaborado con levaduras indígenas.

 

 

Con la primera propuesta cárnica del menú, una estacional aguja de ternera confitada con cereza y menta, se podrá probar la única novedad de la carta de bodega de la cena: el Petit  Saó (Negre), un tinto que combina tempranillo (50%), garnacha (30%) y cabernet sauvignon (20%), con una crianza de 8 meses en barricas de roble francés y americano.

 

 

Dentro de la otra gama de referencias de la bodega, la línea Troballa, unos vinos atrevidos y especiales, elaborados con fermentación espontánea, sin levaduras añadidas, y que poseen una rusticidad cautivadora, los comensales degustarán el Troballa Blanc, un monovarietal de garnacha blanca con una crianza de cuatro meses en huevos de cemento, como partenaire enológico de una jugosa y dorada costilla de cerdo laqueada, manzana y mango con salsa ahumada.

 

 

De esta línea de etiquetas de tiradas muy limitadas, repite también el Troballa Ánfora, un 100% garnacha,  fermentado con levaduras indígenas y descansado seis meses en ánforas, depósitos de acero inoxidable y barricas de roble francés, como compañero de copa de un a afrancesada receta cinegética: solomillo de ciervo confitado con mantequilla tostada.

 

 

Y finalmente, otro “viejo conocido” de los asiduos a estas cenas maridadas, el Saó Expressiu, el tinto de gama más alta de la bodega que combina garnacha (70%), cabernet Sauvignon (20%) y syrah (10%) con 14 meses de crianza en roble francés y americano, culminará  la armonía enogastronómica junto a un crujiente con praliné de nueces y salsa de chocolate blanco.

 

 

El precio de la cena es de 50 euros por persona. Las plazas son limitadas y debido a la gran demanda se recomienda consultar disponibilidad en el parador. Reservas en el 973 00 48 66 o enviado un correo electrónico a [email protected].

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