Cruzar largas y majestuosas pasarelas es una experiencia memorable, una de esas que guardamos en la retina y que no podemos resistirnos a fotografiar. Desde las alturas o a ras del suelo, no hay nada como contemplar los hermosos valles y las impresionantes formaciones geológicas que atraviesan estos viaductos. Para ponerte más fácil que no te pierdas una experiencia como esta, hemos seleccionado las mejores pasarelas y Paradores para que disfrutes de unos días inolvidables. No olvides preguntarnos en recepción por estas rutas.
Aventura a 100 metros de altura
Desde que el monarca Alfonso XIII inauguró esta pasarela en Málaga, pasó a conocerse como el "Caminito del Rey". Solo valientes aventureros se atreven a caminar por estos carriles, suspendidos sobre desfiladeros a más de 100 metros de altura. Todo lo que se observa aquí es difícil de olvidar, no solo por las impresionantes vistas, sino también por los increíbles paisajes que atraviesa. ¿Has oído hablar del Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes? Su majestuosa garganta, con paredes que alcanzan los 700 metros de profundidad, te dejará sin palabras. ¿Te atraen los enigmas? Echa un vistazo a la "playa fósil" que alberga muestras de la era jurásica. Vayas por donde vayas, te quedarás sin aliento.
Después de esta aventura de fuertes emociones, nada mejor que volver al Parador de Antequera para descansar y equilibrar nuestra experiencia. Y es que este moderno edificio, de decoración minimalista, sobresale por sus amplios y frondosos jardines. No hay mejor que pasarse por la piscina, tumbarse en la hamaca y disfrutar de una copa mientras percibes el delicioso aroma de la naturaleza. Y por supuesto, nuestro restaurante famoso por su especialidad, la porra antequerana, es todo un festín gastronómico al que no querrás renunciar.
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El segundo puente más largo del mundo está en la Península Ibérica
Si las alturas no te intimidan, el puente tibetano de Canillo en Andorra ofrece una experiencia sobrecogedora. Con 603 metros de longitud, es el segundo puente más largo del mundo, solo superado por el Sky Bridge, en República Checa, de 721 metros. Pero eso no es todo: esta pasarela está construida a una altitud de 1.875 metros. Caminar por aquí es como sobrevolar los Pirineos, con la posibilidad de capturar una fotografía inolvidable. Además, el mirador de Roc del Quer, cerca de este puente, brinda una perspectiva impresionante de la belleza paisajística de Andorra. Allí, en la imponente colina, se encuentra una reflexiva estatua del artista Miguel Ángel González, invitando a los visitantes a hacerse eco de la hermosa estampa.
A unos 20 minutos de la frontera con Andorra, el Parador de La Seu d'Urgell es un destino que encaja a la perfección en este viaje. En su interior destaca su claustro clasicista del siglo XVIII y cuenta con instalaciones como piscina climatizada, gimnasio, sauna y solarium para relajarte bajo el sol. Su ubicación, en la confluencia de los ríos Segre y Valira, es excelente para explorar los encantos del Pirineo catalán. Por ejemplo, los parques naturales de Cadí-Moixeró y del Alto Pirineo son ideales para escapar del calor y disfrutar de un entorno natural impresionante. Además, La Seu d'Urgell presume de albergar la única catedral íntegramente románica de Cataluña, la Catedral de Santa María, otra parada imprescindible durante tu visita.
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Descubriendo los tesoros de la Ribeira Sacra
Las pasarelas del río Mao en Ourense, son un conjunto de caminitos de madera que, a lo largo de sus escaleras, rampas y miradores, nos regalan unas vistas espectaculares de la Ribeira Sacra. El belvedere más especial es el de As Xariñas, conocido como "la mirada mágica". Si te encanta la fotografía, este es un buen punto para sacar un par de instantáneas, ya que, a más de 600 metros de altitud, tendrás frente a ti una estampa increíble del valle del Sil. Además, ¿sabías que por aquí se han descubierto hallazgos arqueológicos significativos? Uno de los más destacados son las 56 tumbas antropomórficas de la necrópolis de San Victor, cuya variedad de formas y tamaños revelan la existencia de una antigua sociedad altamente jerarquizada.
La otra joya de la Ribeira Sacra es el Parador de Santo Estevo. Es un monasterio con una enorme huella cultural: solamente en su interior encontramos tres claustros de estilos románico, gótico y renacentista. Pero más allá de la historia, si por algo nos encanta este Parador es por su jacuzzi en el exterior, con vistas al frondoso bosque que lo rodea. ¿Necesitas más razones para visitarlo? Además, cuenta con un increíble spa en lo que un día fueron las bodegas.
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Entre saltos de agua
Una de las pasarelas más bonitas para explorar la sierra de Cazorla es la de "Cerrada de Elías". Su carta de presentación es inmejorable y es que nada más llegar atravesamos el Charco de la Cuna, un paraíso de aguas turquesas con innumerables cascadas. Pero, la mejor fotografía la captarás desde el Puente de los Caracolillos. Ahí destaparás el encanto del paraje repleto de canales excavados sobre la roca caliza. Tras el viaducto, entramos en un paisaje natural colmado de encinas, madroños y bojes por todas partes, donde hay un montón de piscinas naturales para darse un chapuzón.
Dentro de la serranía y como punto de partida ideal, el Parador de Cazorla es el alojamiento perfecto que estabas buscando. Este cortijo tradicional andaluz ofrece vistas al impresionante Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, uno de los mayores espacios protegidos de España. Con piscina, jardines exuberantes y la posibilidad de traer a tu mascota, no hay excusa para no disfrutar de unos días mágicos en pleno pulmón de la naturaleza.
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Puentes de roca natural en el Barranco de la Hoz
Pasear por las pasarelas de Colomarde es una experiencia más que recomendable de vivir. Este trayecto conecta con el encantador pueblo de Albarracín a través del Barranco de la Hoz. A lo largo del recorrido sobre el río Blanco, cruzaremos frondosos pinares hasta llegar a la impresionante cascada del Molino Viejo. La ruta es especialmente atractiva por sus pasillos metálicos y puentes de roca natural. Al acercarnos al tramo final, podemos contemplar el nacimiento del río Tajo. Completar la travesía hasta Albarracín es una oportunidad única para explorar esta villa, considerada una de las más bonitas de España. Caminar por sus calles es como adentrarse en la época medieval, con un mar de casas rojizas que evocan tiempos antiguos.
A poco más de media hora de Albarracín está el Parador de Teruel, un antiguo palacete inspirado en el arte mudéjar. Algo que llama la atención es su exquisita decoración con arcos ojivales, detalles arábigos y mármol refinado. Si vienes con niños, además de piscina, el Parador cuenta con un parque infantil y una pista de tenis para que paséis un buen rato. Tampoco olvides dejar espacio para saborear la genuina gastronomía turolense, con platos tradicionales como el ternasco asado o los crespillos de borraja, auténticas delicias para el paladar.
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¿Listo para una buena dosis de adrenalina?
A ocho kilómetros de Granada se encuentra el desfiladero de Los Cahorros, todo un Edén. Las numerosas cascadas del río Monachil y los tres puentes colgantes que atraviesan la garganta capturan toda nuestra atención; uno de ellos tiene nada menos que 63 metros de longitud. El sitio perfecto para sacar tu lado más fotogénico es la Cueva de las Palomas, una gruta de ensueño formada por bloques desprendidos de las alturas. Si deseas hacer una pausa y recargar energías, no hay mejor lugar que la pradera ribereña conocida como Las Hazuelas, famosa por el colorido de las flores que adornan el terreno. Te animamos a completar la ruta hasta el pueblo de Monachil, donde podrás explorar un yacimiento arqueológico con tres milenios de antigüedad y que desempeñó un papel crucial durante el Neolítico.
A un paso de la vibrante oferta cultural de Granada, dentro del recinto de La Alhambra, te espera el Parador Convento de San Francisco. Su historia se remonta a la época de los Reyes Católicos, quienes levantaron este edificio sobre un antiguo palacio nazarí. Hoy en día, se conservan restos artísticos del periodo andalusí, como la qubba o el mirador al Generalife, las techumbres mocárabes y los baños árabes descubiertos en 1949. Además, en El Almorí del Generalife, podrás disfrutar de una carta más informal con las elaboraciones típicas de los municipios granadinos, un atractivo especial si eres un forofo de la cultura del tapeo.
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