En busca de los singulares productos de kilómetro cero y de temporada que nutren la cocina regional y de cercanía que caracteriza a Paradores, hoy, en plena campaña cinegética, nos centramos en una de las piezas de caza mayor más preciadas culinariamente en nuestro país: el ciervo. Una carne silvestre que, además de estar presente en la carta de otros muchos Paradores enclavados o próximos a privilegiados espacios naturales ricos en fauna salvaje, es considerada la joya olvidada de la gastronomía del Campo Arañuelo.