España, por su rica diversidad cultural y paisajística, ha sido escenario de numerosas producciones tanto a nivel nacional como internacional. A lo largo de los años ha llamado la atención de directores y productores de cine de todo el mundo. Las localizaciones donde se desarrollan estas historias son fundamentales y se eligen cuidadosamente antes de comenzar cualquier rodaje.
Por ejemplo, Almería ha sido siempre escenario de míticas películas del género western que han dejado huella en la memoria colectiva. Además, la saga de Tadeo Jones ha inspirado a muchos niños a querer visitar Granada o el famoso pueblo azul de los Pitufos en Málaga, así como el entrañable pueblo de Heidi en Cantabria. Escenarios maravillosos que nos trasladan a una película, personaje o serie que siempre es bonito recordar.
Un paraíso cinematográfico
Almería, con sus desiertos, playas y patrimonios, ha sido escenario de innumerables producciones cinematográficas. Esta provincia andaluza fue el telón de fondo de clásicos del spaghetti western como El bueno, el feo y el malo y La muerte tenía un precio. Pero no solo los westerns han encontrado en Almería el lugar perfecto, películas icónicas como Lawrence de Arabia e Indiana Jones y la última cruzada también han dejado su huella.
El pueblo de Los Albaricoques, en Níjar, es famoso por sus localizaciones de westerns y la trilogía de Sergio Leone, donde las calles llevan los nombres de figuras como Ennio Morriconne y Clint Eastwood. Cada año, el evento "Locos por el Western" revive estas películas con actuaciones en vivo, ideal para toda la familia.
Las playas de Almería, desde Genoveses hasta Mónsul, también han atraído a cineastas. Directores como Pedro Almodóvar han filmado en esta hermosa costa. La Alcazaba de Almería, además de ser el principal monumento de la ciudad, se convirtió en un set de Juego de Tronos, al ser elegida para representar los Jardines del Agua en el Reino de Dorne.
En Tabernas, a unos 30 kilómetros de la capital, se encuentra un desierto repleto de cárcavas y barrancos, además del famoso parque temático Oasys, o Mini Hollywood, donde se recrean los auténticos escenarios de los westerns.
El Parador de Mojácar, ubicado a 80 kilómetros de Tabernas, es el lugar ideal para descansar después de un día de cine. Con acceso directo a la playa y una hermosa piscina, el hotel ofrece delicias culinarias como pescados y mariscos del Mediterráneo en su restaurante.
Almería es, sin duda, un destino que combina paisajes impresionantes con una rica historia cinematográfica, perfecta para los amantes del séptimo arte.
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Una ciudad de película
Granada, con su rica historia y cultura, ha sido un escenario natural para cineastas desde hace más de un siglo. Todo comenzó en 1905, cuando Alice Guy Blaché, la primera directora de cine de ficción, capturó vistas de la Alhambra desde el Mirador de San Nicolás para su película Espagne. Desde entonces, numerosas producciones han elegido esta hermosa ciudad como su plató, especialmente en el género histórico. Clásicos como Doctor Zhivago, La muerte tenía un precio, Muerte en Granada y, más recientemente, Caníbal, han mostrado la magia de Granada en la gran pantalla.
La Alhambra y sus pintorescas calles no solo han sido testigos de la historia, sino que también han inspirado aventuras animadas, como en Tadeo Jones 2: El secreto del Rey Midas. Para que los más pequeños puedan disfrutar y aprender, el ayuntamiento de Granada ha implementado una ruta turística basada en la película, permitiendo a las familias explorar las localizaciones mientras descubren el patrimonio cultural de la ciudad.
Una forma única de sumergirse en esta experiencia es alojarse en el Parador de Granada. Este antiguo convento, construido por los Reyes Católicos sobre un palacio nazarí, ofrece a los huéspedes la oportunidad de viajar en el tiempo entre sus jardines y fuentes. Los restos históricos, como la Al Qubba y la Sala Nazarí, añaden un encanto especial a la estancia.
El Parador no solo destaca por su historia, sino también por su impresionante interior, decorado con piezas de mobiliario y obras de arte que ofrecen vistas espectaculares a los jardines del Generalife. Además, los visitantes pueden disfrutar de una experiencia gastronómica única, haciendo de su visita a Granada un verdadero festín para los sentidos.
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Un destino de cine
Málaga es, sin duda, una ciudad de película. No solo alberga uno de los festivales de cine más importantes de España, sino que también sus paisajes y monumentos han sido elegidos como escenarios para numerosas producciones cinematográficas.
Uno de los títulos más icónicos es Sólo se vive dos veces, la quinta entrega de la saga de James Bond. En este filme, que presenta a Sean Connery como el famoso agente 007, algunas escenas se rodaron en Málaga y Alhaurín de la Torre debido a restricciones en Japón. Las secuencias de acción también se filmaron en Torremolinos y el Peñón de Gibraltar, que se transformó en Hong Kong.
Otro ejemplo es El Puente de San Luis Rey, una coproducción que utilizó diversas localizaciones en Málaga, como el Caminito del Rey, la Plaza de Toros de Antequera y la Catedral de Málaga, donde se desarrollan momentos clave de la trama.
La ciudad también es el telón de fondo de El camino de los ingleses, dirigida por el malagueño Antonio Banderas. Esta película presenta lugares emblemáticos como la Calle Granada y el bar El Pimpi.
Málaga ha sido parte de producciones internacionales como Los hombres que no amaban a las mujeres, donde se rodó la escena final en el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, aunque se hace pasar por las Islas Caimán.
En el ámbito de Bollywood, la película Heart Attack fue grabada en 2013 en diversas localizaciones de Málaga, incluyendo el centro histórico y el Paseo Marítimo de Huelin.
Además, el thriller español Toro incluye escenas en la Costa del Sol, destacando momentos de acción en Benalmádena y Torremolinos. Por último, La chica de la nieve, una miniserie de Netflix, también eligió Málaga como parte de su rodaje.
No se puede hablar de cine en Málaga sin mencionar a Júzcar, el único pueblo azul de España, famoso por promocionar Los Pitufos. Este encantador pueblo ofrece actividades familiares y rutas de aventura, convirtiéndolo en un destino perfecto para los amantes del cine y la naturaleza.
Si planeas visitar la región, Ronda, a solo media hora de Júzcar, es un excelente punto de partida. Con su impresionante paisaje y el emblemático puente Nuevo, el Parador de Ronda ofrece un lugar acogedor para descansar, con vistas espectaculares y comodidades para toda la familia.
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Un viaje a través de la pantalla
Cantabria, con su impresionante geografía y encantadores pueblos, no solo es un destino turístico, sino también un lugar que ha inspirado a cineastas de renombre. Desde paisajes montañosos hasta playas idílicas, la región se ha convertido en un escenario cinematográfico digno de una película. En el corazón del valle de Liébana se encuentra Mogrovejo, un pintoresco municipio rodeado por los majestuosos Picos de Europa. Este lugar fue reconocido como Pueblo de Cantabria en 2017 y se alzó como el Pueblo Más Bonito de España en 2020. Su encanto se multiplicó cuando, en 2016, se eligió como escenario para la película Heidi, la reina de la montaña, dirigida por Bhava Talwar. Desde entonces, Mogrovejo ha sido conocido como "El pueblo de Heidi".
A poco más de 15 minutos en coche, desde el pueblo de Heidi en Mogrovejo, se localiza el Parador de Fuente Dé. Un moderno refugio de montaña, junto al teleférico, en el que encontrarás un interior cálido y acogedor, con amplias habitaciones. Además, la zona es perfecta para realizar numerosas actividades de aventura y naturaleza en familia.
Otro lugar que destaca en el panorama cinematográfico de Cantabria es la región de los Valles Pasiegos. En este entorno rural se filmó Dos vacas y una burra, una comedia dramática que aborda el contraste entre la vida en el campo y la ciudad. Protagonizada por Miguel Ángel Muñoz y Pablo Puyol, la película muestra la vida cotidiana en Liérganes, Esles y la Vega del Pas, capturando la esencia de la vida rural cántabra. La finca del Palacio de los Hornillos, ubicada en Las Fraguas, es otro de los paisajes que ha dejado huella en el cine. Con sus 60 hectáreas de jardines y bosques, este palacio fue el escenario de la película Los otros (2001), de Alejandro Amenábar, en la que Nicole Kidman protagoniza una historia llena de misterio y suspense.
La playa del Sable en Tagle, Suances, también ha sido testigo de historias cinematográficas, apareciendo en El invierno de las Anjanas, donde Eduardo Noriega y Elena Anaya viven un reencuentro conmovedor. Por otro lado, Primos, dirigida por Daniel Sánchez Arévalo, captura la esencia de las fiestas tradicionales de pueblo en Comillas, utilizando sus rincones, como la playa y el puerto, como telón de fondo.
Cantabria también ha sido el escenario de numerosas otras producciones, como Diecisiete y No digas nada, que exhiben paisajes desde Carmona hasta el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. La cárcel del Dueso en Santoña se convirtió en el telón de fondo de El Lute, camina o revienta, mientras que los Valles Pasiegos se destacan nuevamente en Hazlo por mí.
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