Lola siempre ha sido una enamorada de la decoración así que enfocó su carrera profesional al mundo del interiorismo. También tuvo muchos años un restaurante así que dominaba a la perfección el tema de la hostelería.

Así que un día, cuando nos dimos cuenta de que ya no había fotos dignas de ser recortadas porque las bodas eran todas iguales nos decidimos a dar el salto y transformar el mundo de las bodas.

Para nosotras, una boda es una oportunidad para soñar, independientemente del presupuesto. Los novios vienen a nosotras cargados de ilusiones y nosotros nos encargamos de materializarlas.

B:Dentro de toda la oferta de Wedding Planners que hay ahora mismo, ¿de qué manera os definiríais para diferenciaros?

WP: Es verdad que en los últimos tiempos han aparecido miles de empresas como la nuestra. Pero a nosotras la competencia no nos da miedo. Creemos que es un motivo para crecer y para demostrar a cada pareja que nos contrata que han elegido la mejor opción.

Nos diferenciamos, por supuesto, en la experiencia de todos estos años, en que nos entregamos en cuerpo y alma en cada proyecto. Nosotras trabajamos para para hacer realidad los sueños de nuestros clientes dedicando el tiempo y la energía que haga falta.

Nosotras no seguimos las tendencias, sino que procuramos crearlas.

B: ¿Qué tiene que tener en cuenta las novias a la hora de contratar una Wedding Planner? 

WP: Cuando una pareja nos contrata debe tener en cuenta que nosotras vamos a ser su mano derecha durante todos los preparativos. Vamos a aconsejarles las mejores opciones para que el día de su boda sea tal y como han soñado.

Siempre decimos que las bodas de las parejas que nos contratan deben ser inolvidables para los novios y para sus invitados. Y nuestro trabajo siempre está dirigido en ese sentido. Procuramos que cada boda que organizamos tenga siempre el sello de los novios y que su personalidad esté siempre presente en todos los detalles.

Nosotras les podemos ayudar en todo lo que necesiten; papeleo, búsqueda de localizaciones,  asesoramiento gastronómico, decoración, atención de invitados, etc o bien sólo en aquellos aspectos que se encuentren más perdidos. Siempre nos adaptamos a lo que las parejas nos demanden.

Por supuesto, es importantísima nuestra presencia el día de la boda. Nosotras nos encargamos de que todo esté perfecto y de que los novios sólo tengan que preocuparse de disfrutar del día más feliz de sus vidas.

Muchas parejas piensan que contratar una wedding planner supone un coste elevadísimo. Sin embargo, esto no es así ya que nosotras siempre nos ajustamos a los presupuestos de nuestros clientes y les conseguimos los precios más competitivos.

B: ¿Tener una Wedding Planner implica que la novia no participa en la organización de la boda?

En absoluto. Las novias participan de todo el proceso. Nosotras les mantenemos al día de cómo se va desarrollando todos los preparativos. Nos reunimos con ellas siempre que quieren, hablamos casi a diario, nos escribimos emails.

Lo que consiguen contratando una wedding planner es quitarse el "trabajo sucio". Somos nosotras las que nos peleamos con los proveedores para conseguir mejores precios, las que perseguimos a todo el mundo para que todo esté perfecto.

B: ¿Una anécdota graciosa que recordéis especialmente?

WP: Os podéis imaginar que en estos años hemos tenido cientos de anécdotas. La mayoría de ellas muy divertidas.

Por contar alguna, se me viene a la memoria una que ocurrió hace aproximadamente cuatro años. Esta pareja se casaba en un pueblo muy pequeñito de la sierra de Madrid. El típico pueblo con todas las casitas de piedra, con calles muy estrechas... Los novios tenían la ilusión de contratar una limusina para que les llevara a la iglesia y por mucho que nosotras insistimos en que no era el transporte adecuado, por el tipo de boda y por las dimensiones, ellos se empeñaron y la contrataron por su cuenta. Efectivamente, nuestros peores presentimientos se hicieron realidad y cuando el novio llegó a la iglesia en su "Súper" limusina no se podían abrir las puertas ya que la calle era muy estrecha. Intentó salir por el techo, pero no era lo más apropiado ya que su madre y sus hermanas iban con él. No sabemos como, pero unos niños del pueblo, al ver la escena se apiadaron del pobre novio y vinieron con sus bicis a indicar al conductor de la limusina como podía maniobrar para poder llegar a otra calle más ancha...

En el momento lo pasamos bastante mal, aún sabiendo que les habíamos advertido y que nos habíamos desvinculado de todas las responsabilidades. Fue una situación muy cómica pero en el momento nos hizo pasar un rato bastante complicado. Eso sí, cuando todo pasó estuvimos riéndonos durante días...

B: ¿Cuál ha sido la boda más difícil de organizar?

WP: Todas las bodas tienen su complicaciones porque cada pareja y sus invitados tiene sus peculiaridades. La más difícil ha podido ser la de Raquel Sánchez Silva. La organizamos en Sicilia y tuvimos que gestionar y organizar el viaje de más de cien personas. Eso sí, fue una experiencia inolvidable y una boda maravillosa...

B: ¿Cuál es la boda que recordáis con más cariño?

WP: Todas las bodas son especiales para nosotras. Cuando las parejas se casan nos sentimos absolutamente felices por haber sido cómplices en un día tan especial. Siempre decimos que tenemos el trabajo más bonito del mundo porque nuestra empresa es una máquina de crear sueños y experiencias inolvidables. Siempre estamos rodeadas de mucho amor y eso, hoy en día, es un privilegio.