¿Cómo sentamos a los invitados en nuestra boda? Difícil ¿verdad? Si ya nos costó hacer la lista de invitados, quitando a unos, poniendo a otros, sin olvidarnos de aquella tía que no vemos desde hace siglos pero que como no la invitemos nuestra abuela nos deshereda, y por supuesto, teniendo en cuenta a todos los compromisos de nuestros padres, ahora nos toca sentarlos...

Una opción muy práctica para no tener que pasar por este trance es celebrar una boda tipo cocktail. De esta forma, simplemente tenemos que asegurarnos de que la comida sea abundante, con algún plato de refuerzo, y de que haya alguna mesa para que, sobre todo los más mayores, puedan sentarse.

Pero si nos decidimos por la boda tradicional, es decir, por aquella que se celebra con un almuerzo o cena, precedido de un pequeño cocktail, tendremos que pasar, sí o sí, por esta ardua tarea...

Una de las mesas más importantes, como es lógico, es la mesa presidencial, o la mesa donde se sientan los novios. Lo más común es que esta mesa esté formada por los novios, los padres de los novios, alguna abuela o abuelo y, si es amigo de la familia, el sacerdote que haya oficiado la ceremonia. Y suelen sentarse de la siguiente manera: madre de la novia, padrino, novia, novio, madrina y padre del novio.

Pero ¿qué pasa si los padres de alguno de los novios está separado y ya no se trata con la otra parte? Pues en este caso, lo mejor es que no se sienten juntos ¿no creéis? Lo mejor, en estos casos, es que lo habléis con cada uno de los padres y explicándoles la situación seguro que son ellos mismos los que os dan la solución perfecta y deciden sentarse en la mesa de al lado con sus amigos más íntimos.

Pero ¿sabéis, sobre todo para estos casos en los que hay alguna que otra rencilla, cuál es la mejor solución? Organizar una mesa presidencial que esté formada por los novios y vuestros mejores amigos. De esta forma, cada pareja de padres se sentará en una mesa a parte con sus respectivos amigos sin que haya ningún tipo de problema. No es lo más tradicional, pero os aseguro que sí es lo más divertido, sobre todo para los novios.

Con respecto a las demás mesas, lo más normal es sentar a vuestros amigos casados juntos y reservar mesas para los amigos solteros. Y quién sabe, lo mismo sale otra boda de la vuestra...

Contad también con una mesa para los que están descolgados por edad, los primos o sobrinos adolescentes, que os agradecerán eternamente una mesa divertida con gente de su edad.

Otro problema con el que os podéis encontrar es con determinados amigos de vuestros padres que no se lleven bien, o incluso alguna parte de la familia, que no puedan sentarse juntos. Esto es importante que lo habléis previamente en casa y lo organicéis bien. No queremos que salgan chispas de ninguna mesa ¿verdad?

Lo mejor es que utilicéis el organizador de mesas de bodabook, que os permite ir organizando el "seating plan" a medida que os llegan las confirmaciones de vuestros invitados y os evita el stress del último momento. ¡Es facilísimo!

Lo importante es conseguir que las mesas sean lo más divertidas posibles y, además, que la comida o cena no sean excesivamente largas. Lo justo y suficiente para que nadie llegue a aburrirse. Dos horas suele ser lo más correcto. Y después, a bailar y bailar....

Créditos fotografía: Inspired to dream