El Parador de Turismo Enrique II de Trastámara se mantiene fiel a su cita con la Semana Napoleónica con la que Ciudad Rodrigo rinde homenaje en el mes de julio al general Andrés Pérez Herrasti, gobernador que defendió en 1810 la localidad salmantina del asedio de las tropas francesas durante 77 interminables días hasta ser doblegado, y ha organizado para el próximo viernes 5 de julio su ya tradicional cena teatralizada inspirada en la época de la ocupación francesa.
Durante las jornadas, que este año se celebran del 5 al 10 de julio, los participantes y visitantes pueden disfrutar de recreaciones históricas, donde actores y voluntarios vestidos con trajes de época representan tanto a las tropas francesas como a los defensores españoles. Las actividades incluyen simulacros de batallas, desfiles, conferencias, exposiciones, un gran mercado de época y otras manifestaciones culturales que ayudan a educar al público sobre la importancia histórica del asedio, culminando con una parada militar.
Dentro del programa se ha consolidado la cena temática ambientada de época del Parador, que si el tiempo lo permite se celebrará en los Jardines, en la que los clientes pueden disfrutar de una pequeña representación teatral entorno a la Guerra de la ‘Independencia con alguno de sus personajes más representativos.
De cara la cuarta edición de esta celebración, a nivel gastronómico el establecimiento salmantino ofrece a los clientes el exitoso menú diseñado por el equipo del Parador con la colaboración de la Dirección de Restauración de la cadena hotelera pública y el asesoramiento de Roberto Lana Holgado (técnico, guía y docente de Turismo del AFE Patrimonio Ciudad Rodrigo) y Raúl Bellido (asesor y guía experto napoleónico) tras un exhaustivo trabajo de investigación en los recetarios de la cocina de la Ilustración.
Los "platillos".
El menú corresponde a una época muy concreta que va de las últimas décadas del siglo XVIII a las primeras del XIX. Comienza con unos “platillos” compuestos por volován con queso de cabra, ensalada de legumbres, crepinette de cerdo y morcilla Richelieu (farinato).
El volován hace referencia a una elaboración hojaldrada muy de moda en la época.
Volovanes con queso de cabra.
Así mimo, en los entrantes tienen presencia las legumbres que, según algunos autores de ese período, debían estar presentes en todas las cenas en forma de sopas o potajes, si bien dependiendo de la época también podían servirse en ensaladas, como en este caso, o incluso tostadas en sartén, mucho más fácil de preparar en campaña.
La crepinette de cerdo, plato que se elaboraba envolviendo la carne picada con el redaño o mesenterio (membrana de grasa que recubre el estómago y el intestino) y que también preparaban con pavo o faisán, tenía mayor prestigio y se aprovecha la oportunidad para introducir en el menú el prestigioso cerdo ibérico de la zona.
En cuanto a la morcilla Richelieu, elaborada con compota de manzanas y canela, se sustituye por el popular farinato, el modesto embutido autóctono , mencionado como farineta a mediados del siglo. XVIII. y que es todo un emblema local que cuenta con Marga de Garantía.
Como platos principales se podrá degustar pollo a la Marengo, una de las carnes más sencillas y fáciles de conseguir en la época y que fue la base de este plato de improvisación que en sus orígenes llevaba también cangrejos,...
Pollo a la Marengo.
...y solomillo Wellington, que es una receta de la cocina inglesa consistente en hornear el lomo de vacuno envuelto en hojaldre, que se servía en muchas de las recepciones británicas y que los franceses dicen es una variante del boeuf en croûte.
Solomillo Wellington.
Como prepostre, se ofrecen fresas a la cussy” por hacer mención a uno de los pocos dulces del gusto de Napoleón.
Fresas a la cussy.
Y para postre, la tarta de milhojas Napoleón, un dulce que no es francés, ni llegó a conocer el emperador, ya que se realizó en Rusia en el centenario de la victoria sobre Napoleón.
Para finalizar, el petit four (Buñuelo de manzana, trufa y batata) acompañando al café Colombia 100% natural. El menú estará regado por vinos de la zona salmatina de la D.O Arribes, el blanco Recuerda ’21, un monovarietal malvasía de Bodegas y Viñedos Recuerda , y el Arribes de Vettonia Crianza ’20, un vino de Bodegas Arribes del Duero elaborado con la variedad autóctona tinta juan garcía.
El menú tiene un precio de 45€ por persona, pudiéndose realizar las reservas llamando al número de teléfono 923 46 01 50, o enviando un correo electrónico a la dirección c[email protected].
Y para revivir como es debido el sitio de las tropas francesas, cuya resistencia permitió organizar las defensas inglesas en Portugal, siendo este hecho decisivo en el posterior desarrollo de la contienda, nada mejor que reservar alojamiento durante la celebración de las jornadas en el inexpugnable castillo del siglo XVI que alberga el Parador desde donde se organizó la heroica defensa.