Mucho más cerca de lo que crees y perfectamente comunicada tanto por carretera como por tren (AVE en 50 minutos desde Madrid), encontrarás la ciudad de las Casas Colgadas.
Millones de personas se han retratado bajo este punto de la ciudad y es, sin duda, uno de los emblemas de la antigua Cuenca. Sin embargo, este destino de viaje tiene mucho más que mostrarte si te tomas el tiempo necesario para recorrer la ciudad y sus alrededores con calma y con ganas de aventura. ¿Comenzamos?
Día 1: de Casas Colgadas y puentes de impresión
Sin duda uno de los puntos que más te sonará por haberlo visto en miles de fotos, junto a las Casas Colgadas, es el puente de San Pablo, que precisamente está junto a las famosas casas. Es el puente que te llevará a pie hasta el Parador de Cuenca, antiguo convento de San Pablo del siglo XVI y uno de los hoteles con mejores vistas de la ciudad, juzga por ti mismo.
Tras dejar las maletas y si has llegado al atardecer, corre a retratar las Casas justo en el momento en el que encienden las luces, el cambio es espectacular porque la iluminación da la imagen de una ciudad de cuento. Merece la pena que cruces el puente de San Pablo y, a medio camino, retrates este punto de interés.
Dia 2: de ruta por el Patrimonio de la Humanidad
¿No lo sabías? Pues efectivamente Cuenca es Ciudad Patrimonio de la Humanidad, así que ya tienes otro motivo para pisar sus calles milenarias. Rodeada por las Hoces del Huécar y del Júcar, durante siglos confirieron a la antigua Conca una posición estratégica defensiva por su especial ubicación.
El casco antiguo logró este reconocimiento en 1996 y es un destino perfecto para conocer cómo se organizaban las ciudades siglos atrás. Si eres de los que disfruta callejeando, te proponemos una ruta para andarines.
Da buena cuenta del desayuno buffet del Parador, cruza el puente de San Pablo desde el Parador y coge la senda que sale a la derecha y que discurre a los pies de la antigua ciudad, síguelo y aprovecha para hartarte a hacer fotos porque las vistas son increíbles. Es un camino seguro, de dificultad media que se puede completar con niños y para el que os recomendamos calzado cómodo (y, como siempre, lleva algo de agua y unos frutos secos en el bolso o la mochila, siempre pueden salvarte de un apuro).
Camina durante unos 45 minutos y llegarás hasta el lugar donde antiguamente se ubicada el imponente castillo de Cuenca. Hoy en día se conservan dos cubos de la muralla así como el arco de acceso al antiguo recinto, el llamado arco de Bezudo)
En esta zona de la ciudad encontrarás restaurantes donde picar algo para recuperarte de la caminata, si el tiempo acompaña, siéntate en una de sus terrazas y disfruta de las magníficas vistas.
Y, ¡una vez completada la subida! Toca bajar al centro de la ciudad antigua de Cuenca. Pasa bajo el arco de Bezudo y sigue la calle durante unos 10 minutos, te llevará directamente a la Plaza Mayor, el lugar en el que se encuentra la Catedral, un ejemplo de gótico normando en su origen y cuyo interior podrás visitar. Te sorprenderá cómo entra la luz a través de sus vidrieras y hace aún más bello el interior de este magnífico edificio religioso (precio de la entrada general 3,50, consultar posibles modificaciones).
El resto de la jornada pasea con tranquilidad por sus calles, Cuenca está repleta de rincones llenos de historia que te asaltarán prácticamente a cada paso.
Cuenca es una ciudad de contrastes, si continúas bajando tras salir de la Catedral llegarás a una calle, la de Alfonso VIII en la que las fachadas de las casas están pintadas de colores y ofrecen, al caer la tarde, unos contrastes de luces maravillosos.
Tras este intenso día, aprovecha para cenar en el Parador y disfrutar de la gastronomía que elaborará para ti el equipo de cocina. No dejes de probar su Plato Estrella: el ajomortero.
Día 3: de Ciudades Encantadas
Más allá de la ciudad propiamente dicha y pocos kilómetros encontrarás un montón de propuestas para disfrutar de la experiencia del viaje.
La Ciudad Encantada es un destino de viaje que el que dedicar un tiempo en esta escapada, si disfrutas con la naturaleza y lo que es capaz de crear, este lugar te va a fascinar. Ubicada en el corazón de la Serranía de Cuenca está formada por formaciones espectaculares surgidas del antiguo mar de Thetis, si vas con niños esto les va a enamorar porque es un planazo para pasarse horas y horas buscando las piedras y adivinando sus formas.
¿Qué te ha parecido el plan? Como ves puedes completar la escapada tanto en pareja, como con amigos como si vas con los peques de la casa. ¡Ven y descubre Cuenca!