Restaurante del Parador de Cuenca
El encanto de la gastronomía manchega
Sencillez y originalidad caracterizan la gastronomía conquense de la que es paladín el Parador de Cuenca. Sucumbe al encantamiento de una cocina manchega actualizada y con vistosas presentaciones que conserva humildes pero deliciosos platos tradicionales de pastores, arrieros y cazadores como los zarajos de cordero, las migas, el ajo arriero, el morteruelo y el meloso alajú.
Un comedor monacal consagrado a la buena mesa
Un bello artesonado de madera decora el espectacular comedor del Parador conquense, ubicado en el antiguo refectorio de los monjes. Junto a los platos tradicionales, los quesos manchegos artesanales o las chacinas de caza, entre sus especialidades te sorprenderá el cordero lechal y elaboraciones de caza; en los postres, el helado de queso artesano y el tocinillo de cielo con gelatina de gin tonic.
Tipo de cocina
Tradicional manchega
Especialidades
Asadillo de pimientos, ajo mortero conquense, cordero manchego, helado de queso artesano y gelatina de miel de la Alcarria.
Horarios
Historia y modernidad en la Ciudad Encantada
El Parador de Cuenca se levanta sobre el Convento de san Pablo, un monasterio construido por el canónigo Juan del Pozo en 1523 en estilo tardogótico plateresco y estrechamente vinculado al icónico Puente de San Pablo, que también recibe el nombre de dicho canónigo.
Hoy, el claustro acoge una obra maestra del artista Julián Casado, la titulada como “Serie Malevich. Variaciones sobre una misma estructura”. Esta pieza, constituida por 42 lienzos pintados entre 1978 y 1982, reflexiona sobre los postulados del artista ucranio Kazimir Malevich, padre del constructivismo, creando variaciones de la incidencia de la luz en un cuerpo geométrico.