Ostirala eta Larunbata
Rematamos el viaje en tierras charras. Salamanca, universitaria y alegre, está llena de rincones y edificios históricos. Rebosa patrimonio y belleza. Camina hasta el centro de la Plaza Mayor, de estilo barroco, (S. XVIII), abre los ojos, déjate seducir por su belleza y armonía y entra en sus acogedores y entrañables cafés y mesones, como el veterano Novelty, para tomar algo.
Descubre entre sus muchos monumentos la Casa de las Conchas (S. XV), famosa por su fachada decorada con cientos de estos bivalvos, la Catedral Vieja (S. XIII) y la Catedral Nueva (Del S. XVI al S. XVIII) y sube a sus terrazas exteriores para pasear entre gárgolas y campanas; o la Universidad (S. XVI), la más antigua de España, en cuya fachada puedes entretenerte buscando su icónica rana para que se te cumpla un deseo.
Y, por supuesto, no debes marcharte sin sentir la magia del Huerto de Calixto y Melibea, o conocer la Casa Lis, palacete modernista de vidrieras de colores.
Es obligado salir de tapeo por Salamanca, donde es una auténtica religión, y no te puedes ir del Parador sin probar la ternera morucha, el farinato o el jamón ibérico de Guijuelo.