Bodas

Parador de Santillana del Mar

Santillana del Mar es conocida como “La villa de las tres mentiras” porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Aún así, es uno de los lugares más turísticos de España protegido con la denominación de Conjunto histórico-artístico. En esta villa dos edificios son sedes de Paradores. El Parador de Santillana del Mar es una construcción de nueva planta que, respetando el entorno de la villa, reproduce la arquitectura popular montañesa y dispone de una amplia y agradable terraza. También cuenta con restaurante, bar, sauna y jardín. Sus amplios salones, de gran capacidad y luz natural, cuentan con los servicios y equipación necesarios para la celebración de todo tipo de eventos.

Parador de Salamanca

El Parador de Salamanca se encuentra situado en la margen izquierda del río Tormes, frente al casco histórico de la ciudad. Es un edificio de construcción moderna, con ventanas orientadas a los edificios más emblemáticos de Salamanca, que pueden contemplarse mientras tomas un baño en la piscina exterior o te relajas en el jardín. El hotel también dispone de gimnasio, sauna y un centro de convenciones para la celebración de todo tipo de eventos.

Parador de Mérida

Sobre el antiguo pretorio romano, de las ruinas del templo dedicado a la Concordia de Augusto, se alza el Parador de Mérida, uno de los primeros de la Red, en un convento barroco del siglo XVIII fundado por la orden hospitalaria de los monjes franciscanos.

 

Ubicado en el corazón de la ciudad, el Parador es puro patrimonio. Sus instalaciones, que incluyen piscina exterior, gimnasio, sauna y solárium, se funden con espacios históricos como el claustro de columnas romanas o el salón principal, antigua capilla, que lo convierte en un destino ideal para toda celebración y evento.

Parador de Sigüenza

El castillo medieval que acoge el Parador de Sigüenza domina toda la ciudad. Reyes, cardenales y obispos residieron en esta fortaleza del siglo XII que se construyó sobre una alcazaba árabe. El castillo impresiona por fuera y por dentro. El patio empedrado, las habitaciones con balcones de madera, la capilla románica del siglo XIII y el comedor abovedado te harán viajar al pasado.

Parador de Manzanares

En una ubicación privilegiada de la provincia de Ciudad Real, entre el Parque Natural de Cabañeros, las Lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel se encuentra el Parador de Manzanares. Es una casa castellana en la que se han conservado la arquitectura y su personalidad, con graciosos balcones, extensos jardines, área de juegos infantiles, amplios salones y piscina. También cuenta con un servicio de alquiler de bicicletas. En su restaurante no faltan platos típicos como las migas del pastor, la paletilla de lechal manchego, el tiznao de bacalao y el pisto manchego.

Parador de Lerma

El Parador de Lerma se disfruta ya a decenas de kilómetros de distancia. El Palacio Ducal de Lerma se erige en lo alto de la villa, elegante y sobrio, con sus muros de piedra, sus más de 200 balcones de hierro y sus cuatro torres con tejado de pizarra.

Parador de León

El Hostal San Marcos, antiguo emblema de la influyente Orden de Santiago y uno de los monumentos más representativos del Renacimiento español, acoge desde 1986 el Parador de León, un museo viviente de historia y modernidad.

 

Reformado en un estilo vanguardista, que combina sabiamente pasado y presente, el Hostal San Marcos está plagado de espacios increíbles, como su cafetería situada bajo un impresionante techo del pintor Lucio Muñoz, la terraza a orillas del río Bernesga, o el Salón Capitular, de regios artesonados mudéjares.

Parador de La Palma

La Isla Bonita es el destino soñado por todos los amantes de la naturaleza, la tranquilidad, los deportes de aventura y la astronomía. El Parador de La Palma es el lugar perfecto para conocer todos sus rincones. Está situado entre el aeropuerto y la capital, Santa Cruz de la Palma.

Parador de La Granja

Moderno e histórico, el Parador de La Granja está ubicado en la Casa de los Infantes de la preciosa localidad de La Granja de San Ildefonso, a menos de una hora de Madrid. Este impresionante edificio lo mandó construir Carlos III en el siglo XVIII para sus hijos, los infantes Gabriel y Antonio.