Vielha es una pequeña ciudad pirenaica, capital del Val d’Arán. Tiene un precioso casco histórico donde se encuentran todo tipo de tiendas especializadas en deportes de aventura, alta montaña y nieve. Y es que si por algo es conocido Vielha es por su impresionante paisaje. Rodeada por las montañas del Pirineo catalán, la ciudad es el destino perfecto para los amantes de los deportes de montaña y la naturaleza ya que la estación de esquí de Baqueira está a tan solo 20 minutos en coche. Cuando falta la nieve, el entorno de Vielha invita a practicar senderismo, bicicleta de montaña y visitas turísticas por los rincones más tradicionales de la zona. El Val d’Arán tiene la mayor concentración de iglesias y santuarios, destacando la iglesia de Sant Miquéu de Vielha en el casco histórico de la ciudad, donde también encontrarás el Museo Etnológico Val d’Arán y el Museo de la Lana.

El Parque Nacional de los Picos de Europa es el destino ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes de aventura, entre ellos descenso de cañones, barranquismo, esquí de fondo, alpinismo, escalada, y espeleología. La estación de montaña de Fuente dé es el punto de partida de numerosas rutas senderistas a las que accedes con el teleférico que ofrece una impresionante vista panorámica del valle. La comarca de Liébana es uno de los destinos cántabros más visitados, no solo por su paisaje, sino también por su patrimonio histórico-artístico. Y a pocos kilómetros se encuentra Potes, la villa de los puentes y las torees, como la del Infantado, donde hoy pueden contemplarse exposiciones.

Cervera de Pisuerga es el destino ideal para visitar en familia. Una ruta ideal para realizar con niños es el sendero que lleva hasta la cascada de Mazobre, un espectacular mirador desde el que contemplar la caída del agua, y especialmente divertido es el Parque de Aventuras El Robledal del Oso. Si te gusta el senderismo, en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre encontrarás numerosas rutas, como la Ruta del Roblón de Estalava hasta el impresionante roble bautizado como El Abuelo por su extraordinaria longevidad, la Ruta de la Tejada de Tosande y sus tejos milenarios de cinco o seis metros de altura, y la Ruta Senda del Bosque Fósil sobre el suelo de un bosque que existió hace 300 millones de años. Además, cerca de Cervera de Pisuerga encontrarás grandes exponentes del arte románico palentino en las localidades cercanas de Aguilar de Campoo, Olleros de Pisuerga y Moarves de Ojeda, donde se conserva el friso más impresionante del país en la pequeña iglesia de San Juan.

Para conocer Zafra lo mejor es empezar en sus murallas. Una de las entradas más bellas es la Puerta de Jerez. Desde ahí puedes recorrer sus calles e ir descubriendo sus singulares edificios y monumentos, destacados como Conjunto Histórico-Artístico de Interés Nacional. Destacan el Alcázar de los Duques de Feria, hoy Parador de Turismo; la Colegiata de Santa María de Candelaria, el Monasterio de Santa Clara, el Convento de Santa Catalina, las iglesias de Santa Marina (adosada al Alcázar) y del Rosario, además de sus plazas Grande y Chica, Plaza de España o Plaza del Alcázar. Muy cerca de Zafra puedes visitar el curioso e imaginativo Capricho de Cotrina, el Castillo de Feria o las localidades de Burguillos del Cerro y Jerez de los Caballeros. Para los amantes de la naturaleza se reservan el Parque de Cornalvo, la Sierra de Hornachos, la Sierra de Tentudia o la Sierra de Aracena. Todos ellos buenos destinos para la práctica de actividades al aire libre.

Santillana del Mar, “el pueblo más bello de España” en palabras del filósofo francés Jean-Paul Sartre, es un lugar acogedor y particular, pues solo puede visitarse a pie. Libre de coches, esta hermosa villa ofrece un paseo muy especial, en cuyo casco histórico te sorprenderán preciosos edificios como la Casa del Águila y la Parra, la estatua al Hombre de Altamira o el antiguo edificio del ayuntamiento, justo enfrente del Parador.

 

Pero si por algo es famosa Santillana es por las pinturas prehistóricas de las Cuevas de Altamira, la llamada Capilla Sixtina del arte rupestre. Actualmente las visitas están restringidas para evitar su deterioro, pero puedes disfrutar de una réplica exacta en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira. Además, a pocos kilómetros encontrarás preciosos pueblos como San Vicente de la Barquera o Comillas, donde se alza El Capricho de Gaudí. Y si buscas naturaleza, también puedes relajarte en las cercanas playas de Urbiaco, Cobreces, y Suances, o visitar los espectaculares monumentos naturales de la Cueva del Soplao o el bosque de secuoyas del Monte Cabezón.

Santillana del Mar fue declarada monumento nacional por ser una de las localidades más ricas en patrimonio histórico-artístico del país. Es también una de las villas más singulares de Cantabria, de fama mundial por hallarse en su término municipal las pinturas prehistóricas de las cuevas de Altamira, considerada la Capilla Sixtina del arte rupestre. Actualmente el acceso a las pinturas se encuentra restringido. En el Museo Nacional y Centro de Interpretación de Altamira puede verse una réplica exacta de la cueva. A tan solo 2 kilómetros del pueblo está el zoológico, y a poco más de 15 kilómetros encontrarás el precioso pueblo de Comillas, custodiado por el mar Cantábrico. Y muy cerca de su centro histórico se encuentran las playas de Santa Justa y Ubiarco.

Histórica y tradicional, el espectacular entorno de Ronda invita a pasear por ella sin prisa, apreciando su herencia árabe en la orilla sur del Guadalevín, cruzando el emblemático Puente Nuevo y caminando por las avenidas repletas de vegetación de la Alameda del Tajo hasta llegar a la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería. En tu camino, te sorprenderán hermosos edificios como los palacios de Mondragón y Salvatierra. Y si nos visitas en septiembre, podrás asistir a las fiestas de Pedro Romero, cuando Ronda se viste de fiesta y celebra su tradicional feria y corrida goyesca.

 

Pero la belleza de Ronda también se extiende a su entorno. A poca distancia, podrás explorar la herencia romana de la región en el yacimiento de la antigua Acinipo, o recorrer la Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz para descubrir los rincones más bonitos de la zona. Si te gusta la naturaleza, también puedes visitar los parques naturales de la Sierra de las Nieves, la Sierra de Grazalema o Los Alcornocales, y los aficionados al motor no pueden perderse la posibilidad de pilotar en el conocido circuito Ascari.

La Tacita de Plata, como se conoce a Cádiz, invita al paseo. Es una de las ciudades más antiguas de Europa. Fue fundada en el año 1100 A.C. por los fenicios. Los romanos la usaron como base marítima y más tarde fue tomada por los musulmanes. La ciudad disfrutó de su edad de oro en los tiempos del comercio con las Américas en el siglo XVIII y hoy es una de las ciudades andaluzas más visitadas. Te enamorarás de su centro histórico, sus rincones y múltiples opciones culturales. Si el turismo activo es lo tuyo, en el Parador de Cádiz podrás también practicar deportes acuáticos y de aventura (ambos bajo petición), alquilar una bicicleta para recorrer la ciudad (pregúntanos por las tarifas), pasear en barco, ir al gimnasio y darte un masaje. Y los más pequeños pueden disfrutar de la animación infantil.

Asturias es sinónimo de belleza natural. Situada en el valle de los ríos Sella y Güeña, Cangas de Onís presenta una localización inigualable, a los pies del Parque Nacional de Picos de Europa, el mayor macizo montañoso de naturaleza caliza de la Europa atlántica. Está reconocido como Reserva de la Biosfera y Red Natura 2000. Al estar a tan solo 15 kilómetros del mar cuenta con desniveles de hasta 2.500 metros, profundos cañones y desfiladeros, además de una gran cantidad de grutas y simas. En el parque podemos encontrar también una gran diversidad de bosques, lagos como Ercina y Enol y animales como el rebeco, el urogallo o el lobo. En Picos de Europa se pueden encontrar todavía muchos pastores y actividad ganadera que producen algunos de los quesos artesanos más exquisitos de nuestro país.

 

Asimismo, el entorno de Cangas de Onís cuenta con un riquísimo patrimonio cultural, a través del cual podrás vivir la historia de Asturias en primera persona: desde destacados yacimientos prehistóricos hasta testimonios de la construcción del Reino Astur e importantes ejemplos de arquitectura románica.

A tan solo 25 kilómetros del Parador Casa da Ínsua se encuentra la ciudad de Viseu, una encantadora localidad donde sobresalen la Catedral del siglo XVI, sus murallas y el Palacio Arzobispal. Pero no hace falta irse tan lejos para disfrutar de la belleza arquitectónica y paisajística del entorno. El propio Parador Casa da Ínsua alberga un museo que recorre la vida e historia de los fundadores de sus fundadores, magníficos jardines y una bodega con producción propia vitivinícola de la quinta Casa da Ínsua y la centenaria Región Demarcada del Dão. Además, ofrece la posibilidad de degustar quesos elaborados dentro de la finca en una actividad organizada por el propio Parador.