Divendres i Dissabte
Plasencia, situada al final del fértil Valle del Jerte, es nuestra última etapa. Enclave estratégico en la Ruta de la Plata es un auténtico regalo. Descubrirás restos de las murallas medievales, sus torreones (se conservan 21 de los 71 originales) y sus puertas, como la del Sol o el postigo de Santa María. Pasearás por la Plaza Mayor, centro neurálgico de agitada vida, y en la torre del Ayuntamiento encontrarás al Abuelo Mayorga, un autómata construido en el siglo XIII que es uno de los símbolos de la ciudad.
Además, hallarás uno de los conjuntos monumentales más representativos de la zona, formado por la Catedral Vieja, de traza románica, y la Catedral Nueva, cuyo entorno ofrece bellos rincones. El acueducto medieval de San Antón, Palacio Episcopal, los Palacios de los Marqueses de Mirabel, de Carvajal-Girón, de las Torres o el Convento de San Vicente Ferrer son otros lugares de especial interés en la ciudad.
A poco más de 20 kilómetros, resultaría imperdonable no acercarse hasta el Parque Nacional de Monfragüe y su Reserva de la Biosfera, un verdadero santuario para el avistamiento de aves donde habitan bosques mediterráneos y las especies más significativas de la fauna española.
Así mismo, Plasencia es un excelente punto de partida para conocer las Hurdes, la Sierra de Gata o el Valle del Jerte, con su espectacular primavera, cuando los cerezos en flor tiñen el valle de un blanco luminoso.