Lleida es la ciudad donde se han documentado los orígenes más antiguos de las fiestas de moros y cristianos. Así queda registrado documentalmente en 1150.
Con la Fiesta de Moros y Cristianos, la ciudad ha recuperado con orgullo una tradición perdida, cuyos antecedentes datan del siglo XII.
El fin de semana festivo se inicia, en la Plaza Paeria, con las Embajadas, los parlamentos de los embajadores moro y cristiano previos para evitar la batalla que tendrá lugar el domingo, día grande de la fiesta.
El domingo por la mañana, se celebra la denominada entrada infantil y, al mediodía, se presentan las bandas, que interpretan música propia de la fiesta de Lleida. Por la tarde se concentran las comparsas de moros y cristianos en la Seu Vella para, posteriormente, desfilar con sus vistosos uniformes por las calles más céntricas.
Antes de que caiga la noche, se inician unos parlamentos de carácter satírico que provocan un enfrentamiento verbal al que sigue la espectacular batalla, con el incomparable marco de la Seu Vella como fondo..