Ruta de la España Verde

Domingo

En plena Llanada alavesa, el Parador de Argomaniz se encuentra a escasos kilómetros de Vitoria-Gasteiz. La ciudad ofrece una calidad de vida indudable, destacando el gran número de espacios naturales y su cinturón verde. Son numerosos los museos que te encontrarás en la ciudad. Todos están, además, ubicados en edificios que, por sí mismos, merecen ser visitados. Hay que destacar Artium, Museo Vasco de Arte Contemporáneo, Museo de Arte Sacro, Museo de Ciencias Naturales o BIBAT, Museo Fournier de Naipes y Museo de Arqueología. No olvidar visitar la bella Catedral de Santa María o catedral vieja, cuya restauración inspiró a Kent Follet para su aclamada “Los pilares de la Tierra”, o el casco medieval, las iglesias de San Miguel y de San Pedro, la torre de pan Vicente, el Palacio de Villasuso, el Palacio de Montehermoso. Si al igual que en el resto de Euskadi el txikiteo es una arraigada tradición, atención a las fechas del Pintxo Pote -que varían según zonas- en el que un día de la semana los hosteleros incluyen una tapa por cada consumición a un módico precio. ¡Hay varias rutas!

Lunes y Martes

Entramos en territorio cántabro. Limpias debe su fama al Cristo de la Agonía, popular por sus manifestaciones de vida en forma de lágrimas, sudor y sangre, que encontrarás en la Iglesia de San Pedro. en sus inmediaciones hay muchas poblaciones marineras de interés como Laredo, donde está La Salvé, una de las playas más extensas y hermosas de la región, Castro Urdiales y Santoña. La zona es ideal para practicar remo y piragüismo. También es interesante una visita al Parque de Naturaleza de Cabárceno, parque de 750 hectáreas con más de un centenar de especies animales de los 5 continentes en semilibertad, o al Valle del Asón. Santander, con sus rabas y su Centro Botín, y Bilbao, con sus afamados pintxos y su Museo Guggenheim, son también otros atractivos lugares de obligada visita. Imprescindible probar las anchoas artesanas en aceite de oliva, conserva que además constituyen un souvenir con el que seguro que acertarás.

Miércoles

Proseguimos para adentrarnos hacia los agrestes Picos de Europa por la ruta jacobea tradicional que accedía desde la costa a Liébana y se aproximaba a través de la cuenca del Nansa y Valle de Lamasón. Desde allí existían dos variantes, la primera por el Collado de Pasaneu al Valle del Bedoya, y la segunda por el Collado de Arceón a Lebeña. Reunificados ambas rutas en Castro, remontan el curso del río Deva hasta Potes. Rodeado de la imponente verticalidad y el paisaje idílico de las montañas del Parque Nacional de Picos de Europa, encontrarás el Parador de Fuente Dé que, junto al conocido teleférico -debe subir para disfrutar de una panorámica del valle a 2.000 metros de altitud, es la puerta de entrada a mágicos bosques, laderas y miradores que forman un paraíso natural de belleza incomparable. La iglesia Santo Toribio de Liébana, de estilo gótico, es el edificio religioso más importante del valle, donde se venera el Lignim Crucis, el mayor trozo de la Cruz de Cristo que se conserva. También es interesante visitar Potes, la iglesia mozárabe de Lebeña y la ermita de San Tirso. El cocido lebaniego es una magnífica forma de reponer fuerzas al regreso de tus excursiones por la zona y no puedes dejar de probar el peculiar queso Picón Bejes-Tresviso que se madura en cuevas.

Jueves

Asturias encuentra en estas tierras su máxima expresión. En la población de Cangas de Onís te sugerimos conocer el Puente Romano, del que cuelga una copia de la Cruz de la Victoria del siglo X que conmemora la batalla de Covadonga, la Ermita de Santa Cruz y el Palacio Cortés. Para empaparse de la cultura del Principado resulta obligado entrar a algún chigre para asistir al espectáculo del escanciado de la sidra y degustarla acompañada por queso cabrales o los muchos y abundantes manjares que preparan en esta tierra. Destino para senderistas y montañeros, próximo al Parque Nacional de los Picos de Europa visite Casa Dago (Centro de Recepción de visitantes). El Real Sitio de Covadonga, lugar de peregrinación que alberga a La Santina, es otro de los lugares de especial interés de la zona junto con los Lagos de Covadonga (Enol y la Ercina) y la Ruta del Cares.

Viernes

Llegamos a Ribadeo, población marinera lucense frontera entre Galicia y Asturias. El Parador ribadense, una casona gallega en la desembocadura del río Eo, nos brinda el descanso necesario para conocer lugares de gran belleza y diversas playas, destacando entre ellas la Playa de las Catedrales, una de las más espectaculares del mundo por su conjunto de acantilados de más de 32 metros de altura que, esculpidos por el viento y el mar, forman arcos y bóvedas, declarada Monumento Natural, y la Ría de Ribadeo, incluida en la Reserva de la Biosfera río Eo, Oscos y Tierras de Burón, una ensenada natural de gran importancia ecológica y medioambiental, y también escenario de todo tipo de actividades náuticas y deportivas. También es recomendable conocer el Fuerte de San Damián, Puente Do Santos o la cercana población de Castropol. Aquí podrás deleitar tu paladar con las grandes creaciones y productos del norte con platos típicos de la cocina tradicional gallega como los mariscos, la empanada, el lacón, arroz caldoso con bogavante del Cantábrico, la merluza de pincho de Puerto Celeiro o su delicioso solomillo de ternera lechal con salsa de queso del Cebreiro.

Sábado

Rumbo al interior, nuestra meta es Vilalba, antigua y señorial, una tierra cargada de leyenda donde el entorno fluvial y la llanura dominan el paisaje. Cercano a Vilalba son de interés la visita a los parajes naturales de los ríos Magdalena y Ladra y la Charca Medicinal del Alligal, con aguas termales. Aquí podrás conocer la cocina gallega más auténtica, Te invitamos a que descubras platos tradicionales como el pulpo a feira, la empanada de zorza y queso o las deliciosas filloas rellenas de crema, sin descuidar en época de frío de opciones más reconfortantes como el caldo gallego y los cocidos. Si viajas en época navideña, no dejes de probar el preciado y sublime “Capón de Vilalba”, pollo que se castra cuando es pequeño y se ceba para comerlo. No puedes dejar de visitar dos núcleos urbanos próximos: Mondoñedo, pequeña ciudad empedrada y rodeada de verdes montañas, declarada Conjunto Histórico-Artístico. En ella la atmósfera es mágica, en invierno la niebla se desliza por calles estrechas en las que parece haberse parado el tiempo, y en verano su preciosa catedral, declarada Monumento Nacional, brilla todavía con más fuerza. No dejes de endulzar tu paladar con la deliciosa Tarta de Mondoñedo. Otra ciudad que te encantará visitar es Lugo, donde te esperan su Muralla Romana, Patrimonio de la Humanidad por su perfecto estado de conservación, y una de las cocinas mejor elaboradas de Galicia, donde las tapas son una religión.