Restaurante Nosa Señora da Barca - Parador Costa da Morte

La cocina del fin del mundo
El indomable océano que a lo largo de los tiempos ha modelado esta accidentada costa es el origen de un patrimonio gastronómico inigualable del que bebe el Parador Costa da Morte. Pescados y mariscos nutren unos fogones donde se aúnan la gastronomía local y las recetas tradicionales.
Un mirador gastronómico sobre el Atlántico
El restaurante Nosa Señora da Barca del Parador de Costa da Morte constituye un enclave único con una terraza con espectaculares vistas a la playa de Lourido donde gastronomía y naturaleza se dan la mano . En su carta sobresalen los pescados y mariscos de lonja, quesos regionales y preciadas carnes como la Ternera Rubia Gallega .

Tipo de cocina
Regional gallega
Especialidades
Percebes de Muxía, Longueiróns de Fisterra, Arroz con bogavante, Caldeirada de raya, Lubina a la Sal y Paletilla de cabrito.
Horarios
Un magnífico balcón al fin del mundo
El diseño del Parador se adapta a la orografía natural del lugar con un diseño en terrazas sobre la ladera que pone el foco en el cuidado del medioambiente y el respeto hacia el entorno. El desnivel del terreno se ha salvado con dos novedosos ascensores panorámicos que se mueven en sentido diagonal.
Durante tu estancia en el Parador podrás conocer un entorno natural de gran belleza con increíbles vistas a los acantilados y bellas playas, donde el mar ha ejercido su poder a lo largo de los tiempos, siendo el origen de un patrimonio gastronómico inigualable.
El interior de Costa da Morte es una prolongación de su extraordinario paisaje. La decoración de cada estancia está inspirada en las formas orgánicas, las piedras y la vegetación. Diseños atemporales y sencillos, a la vez de acogedores que transmiten bienestar y tranquilidad. Los materiales utilizados son el mismo tipo de piedra y madera de la propia estructura del Parador, y los colores empleados hacen referencia a los elementos de Galicia.
La integración en el entorno es la seña de identidad de este Parador que mira directamente al mar. Todas sus habitaciones cuentan con un camino que te lleva a la costa, y su restaurante, bar y la cafetería comparten las impresionantes vistas marítimas. Mención aparte merece el spa y su piscina de paredes de cristal con vistas a la playa de Lourido.
